tag:blogger.com,1999:blog-61020721420710395942024-03-05T08:18:24.812-08:00eternacrisisJon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.comBlogger19125tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-3234693966351781502017-05-24T02:54:00.002-07:002018-02-19T00:42:42.951-08:00Cuotas de realidad y de idealidad<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
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</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
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</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPSSvLs8U7xyCN5ORzKFwemTe28jWH3u1anPGaFkDf9Md0SMEQJWDp008H1Maccqo7amyXvaW5V6A_VR9maQ8cKysLo5RCpM07_8yCh0Ajoal3h9FA4JZlYWFMhj8sdlvRpgjZVzPy8_7O/s1600/descarga.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="154" data-original-width="327" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPSSvLs8U7xyCN5ORzKFwemTe28jWH3u1anPGaFkDf9Md0SMEQJWDp008H1Maccqo7amyXvaW5V6A_VR9maQ8cKysLo5RCpM07_8yCh0Ajoal3h9FA4JZlYWFMhj8sdlvRpgjZVzPy8_7O/s320/descarga.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En un pasaje de mi primera
novela “5-3, 2 Los últimos bohemios” un periodista pregunta a uno de los
personajes protagonistas porqué bebe "Por
la atmósfera de inconsciencia trascendente... "contesta él sin terminar la
frase de una manera lógica o entendible. En realidad es uno de los mejores
modos de expresar la características que definen a una de las cuotas
existenciales del ser humano objeto del presente artículo, la cuota de
idealidad o la proporción del alma humana que se desarrolla en parámetros menos perceptibles por nuestros sentidos
comunes en contraposición a la cuota de realidad mucho más identificable con
una explicación palpable al relacionarse con nuestro entorno más cotidiano y
diáfano. Por no embrollarlo más la cuota de realidad se refiere a lo real,
valga la redundancia, lo que percibimos de modo nítido e incontestable por
nuestra capacidad sensorial, nuestro día a día, la oficina, las compras, la
ropa de los niños, la calle con coches y la acera con peatones, los programas
de la tele, en fin qué les voy a contar, todos sabemos lo que es la realidad.
Es más complicado de explicar la cuota de idealidad, la idealidad misma. Por
asimilaciones, lo que pensamos y sentimos básicamente, nuestros amores y odios,
nuestros sueños y frustraciones, la
imaginación y muchas cosas más. Estoy seguro de que todos sabemos también lo
que es aunque podamos definirlo de modo mucho más dificultoso. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En fin, lo que trato en
estas líneas es de exponer la evidencia de la interacción de estas dos cuotas
en la vida, existencia misma del ser humano. Todos, en mayor o menor medida nos
valemos de ambas cuotas para manejarnos
por el mundo. Unos tiran más de la cuota de realidad, los realistas o
pragmáticos para entendernos y otros lo hacen con la cuota de idealidad, los
soñadores, creativos o imaginativos vendrían a ser. Pues bien, no creo faltar a
la verdad si digo que en nuestro entorno más cercano y aún en el mediano y
lejano reconoceríamos a sujetos encuadrables en alguna de estas
características, soñadores e imaginativos frente a realistas y pragmáticos. El común de los mortales y la
mayoría de las personas gozan o padecen de una mezcla de cuotas y calzan
personalidades mixtas, unos se orientan más a la realidad y otros a la idealidad
pero más bien mezclados. La idealidad y la realidad coexisten en el alma humana
y de ahí que el ejemplo mixto sea el mayoritario. No obstante lo anterior
tampoco creo faltar a la verdad al señalar que en la historia del hombre ha
prevalecido la cuota de realidad y por ende el tipo pragmático y realista. El
que hace avanzar al género humano es el idealista pero el que se apropia de las
aportaciones de éste y domina el mundo es el realista. En cada momento
histórico las directrices son marcadas por el sujeto real y el otro, el soñador
idealista creativo tiende a ocupar un espacio marginal al servicio del anterior
en muchos de los casos. El personaje realista arrincona al idealista sin dejar
de utlizarle por ello. Los valores característicos del idealista están peor
vistos, más aún los medios empleados por el mismo, de ello se encarga el
realista que siempre ha tenido un interés especial en estos apartamientos.
Quién más quién menos tiene en su retina, memoria o conciencia la imagen del
artista fracasado o aún exitoso sumido en una espiral de autodestrucción en un
cinturón de soledad y rincones oscuros.
Es verdad que es característica del idealista el impulso hacia el abismo cuando
el fantasma del desencanto rebate sus
ímpetus creativos pero no es menos cierto que el realista común apenas sí le
ayuda en la caída. No deja de valorar las contribuciones del ideal, decisivas
en la mayoría de las ocasiones y las incorpora a su cotidianeidad pero a menudo
permanece sino impasible sí con indiferencia expectante ante el declive del
soñador. El idealista, además, se vale de medios que le coadyuvan en su labor
creativa y sobre todo en su
autodestrucción defenestrante como son las drogas y cualquier elemento
de ensoñación artificial con tendencia a la incompatibilidad biológica de
supervivencia. Ello le supone ser apartado con mayor motivo o con mayor profusión
si cabe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Después de lo descrito no sé
si lo que yo quiera o pueda concluir puede cambiar de algún modo el estado de
las cosas, ha sido así desde el origen de los tiempos y sé que seguirá siendo
así pero no puedo dejar de manifestarlo en leves términos de denuncia. En este
devenir humano tan imperfecto sí que el paso de los siglos se han acompañado de
avances éticos al menos si nos situamos en un plano teórico, uno de estos
progresos ha sido el de situar el respeto y la tolerancia como uno de los
pilares de la convivencia humana. Tolerar aquello que no nos identifica
personalmente pero que sí es asumido por la colectividad en modo de aceptación.
Respetar lo que no nos gusta en definitiva. Aquí incluyo el respeto por esta
cuota de idealidad tan esencial en el hombre como su hermana cuota de realidad.
Son estos malos tiempos para el idealista, nunca fueron especialmente buenos
para él y en muchas ocasiones es el propio idealista el que se incompatibiliza
con la bonanza vital pero este mundo que gastamos actualmente, al menos en el
occidente que nos ocupa es especialmente desconsiderado con la cuota de
idealidad y con el idealista mismo. Son
tonterías de la mente, ensoñaciones estúpidas, hay que pisar suelo e ir a lo
práctico que lo otro no conduce a nada, a nada bueno para entendernos. La
imaginación, la creatividad, la idealidad en sí languidece en el alma de
artistas descarriados o viste batas blancas investigadoras con la triste
recompensa de que la industria y el hombre común y real se apropie de sus
frutos. Detengamos esto, situemos al ideal en el lugar que se merece sino en la
cúspide de nuestra existencia donde debería estar al menos como elemento
integrador e ineludible del alma humana. Todos avanzaremos como personas si
sabemos ver y resituar al idealista que sin duda llevamos dentro y también si
damos al sujeto idealista el espacio que debe ocupar en nuestra sociedad y en
nuestras vidas. </span><b><u><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></u></b></div>
Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-80298897325650298652017-05-16T05:01:00.001-07:002018-02-15T03:46:39.663-08:00Horrible mundo de padres<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGJLg7T8Bb63f341wpJUKGeYrP0Kac1bkmz3sm2P1X088M7xyhby9EbVhRaXpCejRMhDEn93CKhbwEd7wemVwX7rwgtnf5GSuLs74LuKASMw_q-kLXk9MJoJkQIsjeHiJqo9Gv0wcaiTeL/s1600/3579-3-nombres-de-bebes-famosos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="350" data-original-width="350" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGJLg7T8Bb63f341wpJUKGeYrP0Kac1bkmz3sm2P1X088M7xyhby9EbVhRaXpCejRMhDEn93CKhbwEd7wemVwX7rwgtnf5GSuLs74LuKASMw_q-kLXk9MJoJkQIsjeHiJqo9Gv0wcaiTeL/s320/3579-3-nombres-de-bebes-famosos.jpg" title="horrible mundo de padres" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">No me considero una persona
especialmente negativa, sí es verdad que incluso involuntariamente no puedo
evitar hacer un análisis crítico sobre todo lo que me circunda pero no lo hago
necesariamente, como digo, en términos negativos, por el contrario me gusta
mostrarme positivo y desde luego siempre me ha producido rechazo la gente que
sólo se dedica a despotricar sobre todo sin aportar ninguna solución pero con
este tema no puedo. Soy padre desde hace más de seis años y me cuesta verle el
lado bueno al asunto. No me refiero obviamente al mismo hecho de ser padre que
en mi caso y con mis agotamientos varios supone una impagable fuente de
autoestima sino a la circunstancia de tener que compartir condición con unos
congéneres progenitores que sinceramente me sacan de mis casillas. En realidad
no es que sean todos los padres inaguantables (no más que yo) pero sí que lo es
el tufillo contemporáneo e insoportable de los haceres materno paternales con
los que me ha tocado convivir.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Para empezar esa visión
idílica pastelonada que lo inunda todo sobre el hecho de ser padre. Todo está
envuelto en un inmenso lazo rosa con niños rubísimos corriendo en una
fotografía a contraluz. Y si no lo ves así tienes un problema, eres un padre
condenable a galeras con unos niños
santísimos que no merecen lo que les ha tocado y estarían a mejor resguardo con
otro progenitor, uno de los del lazo rosa. Y uno sólo reivindica su derecho a
no ser perfecto y a pertenecer al club de los comprendidos que se equivocan del
que son miembro de honor casi en exclusiva los niños.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pueden ponerse ejemplos de
lo que significa ser padre hoy, al menos en mi contexto. El contubernio se las
estira que no veas. Los churumbeles monísimos no hay más que verles, saben
física cuántica antes de llegar a la primaria, futbolean como Messi y son
futuros medallistas olímpicos. Luego la realidad es la que es y el hijo tiene
nuestra cara de acelga, se atasca con las sumas y corre menos que un caracol en
huelga pero de eso nada, que no se sepa, taparlo bajo 7 kilos de cemento y lo
que sea más reivindicable lo anunciamos con banderas, que se oiga y vea bien en
una operación de restriegue colectivo que entre padres que compiten como
brokers de Wall Street termina por
resultar de lo más hilarante. Y llegamos al proceloso mundo del cumpleaños, las
ceremonias anuales para con nuestros queridísimos retoños que hemos terminando
pedorreando hasta convertirlos en festivales de eurovisión. Aquí la que invita
es la madre, el niño qué va a saber si es pequeño, entonces dejamos fuera de la
celebración a la cuchipandi rival niños
incluido o sino a este o al otro que no nos invitó o que tenemos cruzado, se
lleven como se lleven los niños de marras que son los que deberían elegir. Si no
es esto es las invitadas masivas, a toda
la clase y si me dejan a las clases de todo el colegio de toda la ciudad y de
toda la madre tierra para que el mundo caiga rendido a la popularidad de mi vástago, a la mía propia para entendernos.
Y ya puestos exigimos regalazo o regalazos para que el Jorgito se tire media
fiesta abriéndolos pasando por la jeta de todo el que lo quiera ver que en este
centro cristiano mi chiquitín a sus seis años tiene más patrimonio que todo el
áfrica subsahariana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Esto de los cumpleaños es
sólo la punta del iceberg del cuasi acoso atencional y asistencial que nos
calzamos hoy en día con nuestra descendencia. Si ya los mayores no dejamos de
ser adultos mimados materialmente hablando imagínense lo que son nuestros
queridísimos. Se aconseja constantemente no atender todos los deseos del nene
pero educarle mínimamente en esto supone convertirle al niño y a nosotros
mismos en héroes de la contrarrevolución anticapitalista bolivariana y terminamos
por sucumbir al delirio occidental de sobresatisfacernos para que la rueda
consumista que lo sostiene todo no se pare. El niño ya no se cae y se hace pupa
porque antes ya hemos puesto la mano, el brazo y hasta el careto mismo para que
haga de colchón y así los golpes sean para ellos una entelequia y el dolor un
fugaz compañero que nunca se interioriza ni del que se llega a aprender algo.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Y así, después de todo este
proceso nos topamos con el padremadre moderno. Generalmente el colegio es un
hábitat en el que se manejan mejor las madres, acaparan los chats grupales en
los que todo es más falso que un billete de madera. Se cuelgan memes de gatitos
y bebés gordos, se pregunta por un
jersey perdido y organizan los referidos cumpleaños y eventos varios. En
las llevadas y recogidas de los alumnitos son también las madres las que
manejan el cotarro y aglutinan la sociabilidad del asunto. Siempre hablan más
alto y se mueven con más soltura frente al género masculino en el que prolifera
el PPB, o sea el padre de perfil bajo, el único que pulula en este entorno
porque el de perfil alto o no se deja ver por estos lares o directamente no
existe. En los acontecimientos colegiales, cumpleaños y fiestas de guardar los progenitores machos deambulan como
satélites descacharrados con un punto de desconcierto mientras miran al móvil
sin parar y se atreven con una cerveza sin orbitando sin parar en torno a sus
mujeres que lo organizan todo y hasta abren las botellas con las orejas
mientras untan las rebanadas sin dejar de relacionarse por ello unas con otras.
Por lo demás y en esto ya incluyo a hombres y mujeres la sociabilidad no puede
resultar más antipática, máxime en estas tierras vascas que tenemos en ello un
auténtico talón de Aquiles. Lo más que se llega es a conformar pequeños
núcleos paternofiliales en relación a
niños pretendidamente amigos entre sí o unidos bajo ciertas circunstancias
(extraescolares, barrio…) lo que vengo en llamar cuchipandis, el padre-madre
cuchipandizado es sumamente hosco a lo que no pertenezca a su núcleo y apenas
levanta la ceja para el que sea extraño al club o no cumpla determinados roles,
no digamos cuchipandis enemigas. En general e incluso bajo la pantalla y el
blanqueo de las cuchipandis los padres apenas sí disimulan que lo único que les
importa es su hijo, no miran a los demás ni para apartarse y si pueden acaparar
al profesor lo acaparan. El egoísmo es descomunal en esta liga progenitora y
casi ni se matiza con la hipocresía. La misma hipocresía por la que no se puede
hoy reprender en público a un niño y debemos esperar a cerrar la puerta de casa
para no perder la última gota de autoridad que nos ha quitado la sociedad. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">No diré que soy mucho mejor
de todo esto que acabo de comentar y también caigo en muchas de las actitudes y
situaciones que denuncio. En realidad no se trata de trasladar una relación de
padres sujetos y pecadores frente a estos ojos que les juzgan y escriben sobre
ello. Es más bien manifestar un virus que
tiene contaminada esta generación de padres, a mí incluido. Yo, al
menos, me muevo incómodo en este
contexto frente a otros que parecen hasta disfrutar o que simplemente no les da
para ser conscientes de ello. Sólo pido que eduquemos a nuestros hijos en no
caer en estos nuestros errores, yo, entretanto lo intento con los míos, que
educo para ser futuros hombres solidarios y honestos y sino al menos lo
suficientemente enteros como para alucinar y partirse la caja con esta retahíla
de actuaciones con las que los padres de hoy nos estamos coronando. <o:p></o:p></span></div>
Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-10908816744725623342017-04-23T14:44:00.003-07:002018-02-15T03:48:37.844-08:00Revolución biológica que vendrá<br />
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQpzVg5GpJLnXwhwThCl4R4hVmgpicTX6Ugprfwt-alIyB-vl1kDqJdPk0fxCOYP8R7NXjAZElhEMf6Xvb43GTFeaq7psb1ODry1sKLl77zraXSYsfaROCmsZ5k14zgwe5I2J5byG-1kkn/s1600/evolucion-300x272.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eterrnacrisis" border="0" data-original-height="272" data-original-width="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQpzVg5GpJLnXwhwThCl4R4hVmgpicTX6Ugprfwt-alIyB-vl1kDqJdPk0fxCOYP8R7NXjAZElhEMf6Xvb43GTFeaq7psb1ODry1sKLl77zraXSYsfaROCmsZ5k14zgwe5I2J5byG-1kkn/s1600/evolucion-300x272.jpg" title="revolución biológica que vendrá" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Si
algo caracteriza al ser humano es su inquietud evolutiva a tal modo
que al margen de las variaciones morfológicas definidas por Darwin y
común a todas las especies constituye el ser vivo que más ha
influido sobre el planeta hasta el punto de que podría hacerlo
desaparecer mañana mismo si tal fuera su voluntad. La mencionada
evolución digamos que ha supuesto un progreso sostenido a través de
la historia hasta llegar a estos últimos siglos en que la marcha y
sucesión de acontecimientos ha sido tal que ya el referido término
casi pierde su sentido sino se le incluye una “r” al principio
del mismo al modo de sustituir el mismo por el nombre de revolución.
El mundo desde el siglo XVIII deviene irreconocible frente a sus
estadios anteriores por mor de las citadas revoluciones. Podemos
considerar la revolución francesa la gran revolución política y
sociológica que aún marca nuestros destinos actuales. A ella le
sobrevino ya en el siglo XIX la revolución industrial, renovación
absoluta en los modos de producción de bienes y servicios conocidos
hasta entonces lo cual condujo a un modelo de sociedad también
nuevo. El siglo XX profundiza las consecuencias de estas
revoluciones y perfecciona sus métodos hasta perfeccionarlos con la
revolución tecnológica que se manifiesta de modo acusado en estas
últimas décadas. Ya en el siglo XXI la revolución tecnológica
deriva una ramificación principal en el ámbito de las
comunicaciones, de modo que podríamos hablar de otra auténtica
revolución de este campo. El mundo está permanente ligado entre sí
en tiempo real, lo que sucede en cualquier confín de la tierra puede
ser conocido en pocos minutos en el extremo más opuesto del planeta.
El fenómeno de la globalización tan característico de nuestros
días ha uniformizado modos de vida y cultura a pasos agigantados y
es característica fundamental del hombre más contemporáneo.</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Examinado
ya el devenir humano en este repaso express que acabo de trasladar
les presento el motivo del actual artículo y que el que escribe
considera constituirá la próxima revolución, probablemente la más
importante de todas, la biológica. Cierto es que la ciencia ha
logrado subir la esperanza de vida del hombre hasta rondar, al menos
en occidente, los ochenta y que la calidad en los años de su
existencia se ha visto incrementada notablemente pero de lo que hablo
es de un logro considerablemente mayor. Hay expertos que pronostican
que las investigaciones lograrán detener la degeneración celular
para el año 2040 poco más o menos. Se supone que no envejeceremos,
se curarán todas las enfermedades y la muerte sólo acaecerá tras
un episodio traumático. Cierto es que los científicos más
rigurosos ponen esto en duda y defienden que no hay ninguna garantía
de que esto ocurra o al menos que suceda en las fechas que se indican
pero imaginemos que es así, ¿Cómo afectaría a la existencia
humana?, ¿Cómo sería la realidad del hombre en esas
circunstancias?. Es apasionante al menos pensarlo y un reto
imaginar el mundo entonces. </span></span>
</div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Ya
puestos, con la supresión de una barrera biológica y la finitud de
la muerte es lógico pensar como primera consecuencia en una
superpoblación en la tierra, si la natalidad se mantiene en los
términos actuales, moderada en occidente pero no así en otras
latitudes, será obvio que los recursos del planeta tarde o temprano
no estarán garantizados para todos. Habrá que limitar la natalidad
al extremo incluso prohibirla o buscar esos recursos en otros
rincones del universo, colonizar planetas habitables. De otro modo
por mucho que se logre optimizar la superproducción no será posible
satisfacer a la población, ni siquiera en occidente. Otra cuestión
es la del propio concepto jubilación y el de la vida laboral. Es
claro que si no existe un declive físico ni intelectual no se da el
supuesto hecho para cesar en la actividad profesional, además si el
sistema actual está dando bocanadas pidiendo una revisión porque la
población activa apenas puede sostener una clase pasiva creciente en
número con una progresivamente mayor esperanza de vida imaginemos un
panorama con un estamento pasivo casi infinito y sin límite en el
tiempo si mantenemos la jubilación a los 65 años. Habrá que
trabajar para siempre, quizás con periodos intercalados de
excedencias pensionadas justificadas por puro descanso psicológico.
En definitiva con estos dos apuntes señalo los problemas más
elementales a los que la inmortalidad abocaría a la humanidad desde
un punto de vista meramente material.</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Pero
hay más, ¿Cómo sería la cultura, la religión y los valores en
ese contexto?. Culturalmente los grandes vértices sobre los que ha
girado la producción artística el amor, el dolor y la muerte
virarían ciento ochenta grados. De un plumazo el dolor y la muerte
dejarían de plano de constituir las dos grandes referencias que han
supuesto históricamente y el amor también se vería ineludiblemente
afectado, ¿Amaríamos eternamente a la misma persona?, por fuerte
que fuera nuestra unión es difícil hasta imaginarlo. Habría que
depurar los conceptos artísticos, habría que ceñirse a la propia
existencia como referente de un motivo sobre el que escribir, o
producir artísticamente. El concepto existencia al que ya me he
remitido en anteriores artículos. </span></span>
</div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">¿Y
qué me dicen de la religión y los valores? , propiamente la
religión al dejar de constituir el garantizador de trascendencia
perdería una de sus grandes razones de ser, simplemente se
sostendría como decálogo esencial de un concepto del bien y del mal
pero sin los aludidos premios de trascendencia o su revés del
castigo eterno los creyentes carecerían del gran reclamo para optar
por la religión como guía de sus vidas y sin duda ésta perdería
buena parte de su influencia cuando no su propia capacidad de
pervivencia. Los valores mismos cambiarían por completo, la vida se
materializaría en extremo, la muerte y el dolor dejarían de ser
factores de sensibilidad social e individual y posiblemente lo
políticamente correcto tornara particularmente axfisiante.</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: medium;">En
fin, se me ocurren mil variantes más de aspectos que evolucionarían
o simplemente se modificarían, daría para uno o varios libros
solamente el hecho de plantearlos. Sé que algún lector puede tomar
como desvaríos lunáticos elucubrar sobre esto, algunos seguro que
lo utilizarán para desacreditar planteamientos incómodos de mis
propuestas ideológicas pero no tengo duda de que los mismos que
tornan incrédulos sobre lo expresado acerca de la venidera
revolución biológica son aquellos que reían escépticos a
cualquier pronóstico que anticipara los logros de las revoluciones
política, industrial y tecnológica que menciono al inicio del
presente artículo. En cualquier caso sólo espero que sean las
circunstancias que sean en las que el hombre afronte su existencia
logre en algún momento estar orgulloso de sí mismo desde un punto
de vista moral, esa moral que todos conocemos aunque no sepamos
siquiera describirla.</span></div>
Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-87496932138484788012017-04-19T11:16:00.001-07:002018-02-15T03:49:49.039-08:00Alcoholismo reivindicable<br />
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS6gxY4azIGqME-4xUJ-8A9v6d6BuddKFJK5yKcROkcAX7RYtMi06TV6STyg2_-u1vLReRror1VCWFBgphwOfH8Rr7wx0BfKIQBUz29NOg3q-eEDM1Xx6J-nXc_NJGrjcvS2Rwonk6v_Qi/s1600/depositphotos_49602779-stock-photo-friends-drinking-beer.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="683" data-original-width="1023" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS6gxY4azIGqME-4xUJ-8A9v6d6BuddKFJK5yKcROkcAX7RYtMi06TV6STyg2_-u1vLReRror1VCWFBgphwOfH8Rr7wx0BfKIQBUz29NOg3q-eEDM1Xx6J-nXc_NJGrjcvS2Rwonk6v_Qi/s320/depositphotos_49602779-stock-photo-friends-drinking-beer.jpg" title="alcoholismo reivindicable" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></span>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></span>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Por
favor ruego al lector que acoja el presente artículo desde una
perspectiva distanciada y a poder ser humorística si es que ya nos
queda algo de sentido del humor en este país. No es una oda al
alcoholismo patológico que destroza familias y arruina vidas enteras
sino otro punto de vista, vuelta de tuerca si se quiere a la
creciente ola de neopuritanismo que nos invade. Sí, es la
reivindicación de la cañita en el bar a media tarde y dos o tres si
hace falta mientras los críos juegan con amigos del cole en los
insufribles columpios, auténticos elementos de tortura para padres
por otra parte. Y uno observa cómo uno con esas dos o tres cañitas
pelea para que su churumbel no acapare el espacio lúdico obligándole
a bajar del balancín mientras espera otro niño, ello cuando la del
nestea, pica peque, cafecito descafeinado para toda la tarde, cerveza
sin y exquisiteces varias desaparece después de presionar todo lo
posible para apochetar al nene o nena en el columpio de marras hasta
que el niñìsim@ lo abandone tres horas después tenga la cola de
espera que tenga. Y el incívico es uno, con esas dos o tres cañas
frente a la abstemia de los potitos de broccoli que lleva a los
niños a la playa vestidos de astronauta no vaya a ser que les de un
rayo uva de más y le suba el cáncer de piel y hasta el colesterol
al chiquitín.</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Y
el ejemplo sólo es uno más desde mi recién estrenada condición de
padre, paradigma del neopuritanismo que describo. Pero hay más, el
neopuritanismo está en todas partes, en el hijo farrero que le gusta
divertirse frente a los que lo lapidan como echado a perder,
lapidadores que juegan a la bonoloto todas las semanas, se acuestan a
las once como buenos chicos y van al gimnasio o a las
panadería-cafeterías. La versión moderna de un delirio medieval
que terminó condenando herejes o quemando brujas en el nuevo mundo.
Es siempre lo mismo, la venganza de los frustrados, de los que ven
en el divertimento ajeno una afrenta a su propio aburrimiento. Lo
visten de moralidad como referencias ineludibles de la virtud que
sin duda son. Y esto que va y viene a través de la historia se
presenta en nuestra era bajo nuevos tintes. Ya no es la religión la
anfitriona del marcador ético, ahora es más bien la salud, una idea
de status social y el hiperproteccionismo que nos calzamos con los
hijos las que pautan las reglas para todos que pretende imponer el
nuevo puritanismo. Obviamente ya no se mata ni ejecuta a nadie, ni se
condena al infierno eterno, ahora el castigo es más sutil: La
marginación social. “¿Has visto ese?, Ya se ha levantado tres
veces a pedir, así ha salido el niño claro” y la marujada cierra
filas puritanas entre sí y sus congéneres no permitan filtro
alguno que provoque la entrada de microbios en sus sacrosantísimos
hijos bien educados en el rechazo a lo que no sean ellos mismos. En esto se ven reforzados por la hipocresía característica de los sistemas democráticos occidentales donde nadie bebe, fuma ni dice palabrotas en público y ni tan siquiera reconoce hacerlo, lo cual refuerza a estos neopuritanos que toman esta circunstancia como señal inequívoca de que su moral castrante es la oficial. </span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Y
el alcohol es bueno, es buenísimo. Reitero que descarto el consumo
excesivo con consecuencias violentas o que puedan llegar a
condicionar fatalmente el entorno más cercano pero el alcohol a mí
me lo ha hecho pasar muy bien. Por supuesto que sin beber uno puede
pasárselo bien pero bebiendo también, mejor en determinadas
circunstancias. Gracias al alcohol he podido tener pareja y mejorado
relaciones, un tímido severo como es el que escribe. Me he
reconciliado y he profundizado en afinidades gracias a los efluvios
etílicos. Es verdad que hay una cara B que produce también
problemas sociales pero no dejan de ser versiones de uno mismo que
el alcohol pone de manifiesto y que invita a suprimir o pulir en
personas saludables. Reivindico el alcohol en personas que saben
beber, en ellas el alcohol ha hecho mucho bien. Lo mismo que lo
rechazo en aquellas otras a los que el alcohol despierta el gremlin
que llevan dentro. Pero no se puede hacer pagar a justos por
pecadores. No se trata de perseguir el vicio o cualquier asomo de él
en venganza por la propia mediocridad frustrada o el aburrimiento
recatado de seres insatisfechos. </span></span>
</div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Bebamos,
bebamos que mañana moriremos. Seamos buenas personas, educando a
nuestros hijos en la solidaridad y el respeto pero por favor, repito,
divirtámonos y dejemos divertirse a los demás que la vida es breve
y una persona contenta contagia felicidad y convierte a una sociedad
en menos peligrosa. Por supuesto si alguien no necesita beber para
divertirse y se divierte sin mirar lo que hacen los demás que no
beba, ole por él también. Pero mientras no caigamos en excesos
indeseables no juzguemos gratuitamente al prójimo y disfrutemos del
alcohol, de la cerveza sin, de la fiesta y de la siesta.
Hasta nuestros hijos nos lo agradecerán.
</span></span>
</div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<br />
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-34273569060889667982017-04-18T04:49:00.003-07:002018-02-15T03:50:29.220-08:00Más batas y menos corbatas<br />
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCydeqilaR7s-76L6CyNRfFaKG2ZixnR-ueaGZDCnMISijwOH17D79V9VBgcCAONLPD1f68GHiaExrtNaDpQiRi_BrqSHn0poeR8suH-lTPlmYUVbsJ_Um-7Nt5dzsn0DZ8KSUVyh5vEsw/s1600/58.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="567" data-original-width="1000" height="181" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCydeqilaR7s-76L6CyNRfFaKG2ZixnR-ueaGZDCnMISijwOH17D79V9VBgcCAONLPD1f68GHiaExrtNaDpQiRi_BrqSHn0poeR8suH-lTPlmYUVbsJ_Um-7Nt5dzsn0DZ8KSUVyh5vEsw/s320/58.jpg" title="mas batas y menos corbatas" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></span>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></span>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">En
este mundo frenético que nos ocupa no creo que el común de los
mortales sepa lo que supone la investigación para el sostenimiento
del sistema. El ritmo vertiginoso que impone el capitalismo a la
producción y por ende al consumo requiere de una innovación
constante. Es la zanahoria con la que el ciudadano occidental soporta
la adquisición constante de productos, se compra al ritmo que lo
hacemos porque el objeto que pagamos es nuevo respecto al anterior,
nuevo y casi siempre mejor, tiene algo más práctico, productivo y
eficiente que hace que lo prefiramos frente al que tenemos. Eso es
así por un tiempo limitado, cada vez más corto hasta que
encontremos uno aún mejor o se nos estropee porque esas es otra de
las características del aludido sistema, si la innovación no llega
a tiempo se asegura que el producto novedoso no dure demasiado para
que el consumidor deba adquirir otro en un breve espacio de tiempo.
Así, en una espiral vertiginosa para que el sistema no colapse y se
devore a sí mismo. ¿Y quién provoca que esto sea posible
impidiendo el referido colapso?, pues sí amigos míos, la
investigación. Todos los países desarrollados lo han entendido a la
perfección desde hace tiempo y las empresas, cada una según sus
posibilidades, destinan a la investigación parte de sus recursos,
los departamentos de I+D, I+D+I, o como quiera que se diga ahora
figuran entre los imprescindibles de cualquier corporación que se
precie como competitiva. Allá donde no llegue la iniciativa privada
dirige sus vocaciones el ámbito público y la capacidad
institucional.</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Y
en estas llegamos a España, “Spain is diferent”, en esto
también. Ya lo expresó Unamuno, conocedor del alma española como
pocos, “que inventen otros”, frase emblemática de la visión del
gran rector salmantino y pensador bilbaino sobre las cualidades
hispanas respecto a la invención. Sólo el genio español, héroe
solitario en un entorno hostil, ha permitido que la aportación
ibérica no haya sido absolutamente nula. España es un país de
atajos. Hay que reconocer que tiene una habilidad especial para
mantenerse enganchado aunque sea con la yema de los dedos al furgón
de la modernidad siempre con el último de sus trucos en la
recámara. Será el carácter indómito o la herencia de los galeones
cargados de oro traídos de América con la que se pagaba todo y que
sumergió al país en una espiral de deudas que más allá del
aspecto meramente económico incrustó en la esencia hispana la idea
de no producir y sobre todo la de no innovar nada que no fuera en el
mundo de las artes. </span></span>
</div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">El
siglo XX español ha sido paradigmático en este sentido. El último
truco, galeón forrado de oro ha sido el turismo. Desde la década de
los 50 de este pasado siglo, la llegada de extranjeros en busca de
ocio y descanso ha permitido no descolgarse, diríase que de forma
definitiva, de la aludida modernidad. Al menos ha traído dinero y un
contacto constante con ciudadanos de países en la vanguardia
económica. Pero de inventar nada de nada. Como siempre algún genio
oculto que podía llegar a asombrar al mundo con una gran idea pero o
era captado por los países punteros tecnológicos o terminaba
sucumbiendo al olvido y mediocridad circundante. Y llegó la
transición que todo lo cambió frente a la caverna que le precedía
y en España todo iba a ser diferente pero no frente a los demás
sino frente a sí misma. Lo europeo era bueno o buenísimo y había
que imitarles también en todo. Lo americano, lo del norte se
entiende, también pero sin reconocerlo tan abiertamente. Pero
España, cargada esa vez sí de intenciones no pudo con sus inercias.
Recuperando en septiembre lo suspendido en junio, no llegó nunca a
significar una referencia significativa en el campo de la innovación
pero al menos década a década fue mejorando sus marcas, lo que de
alguna manera aminoró sus complejos históricos. Y llegó el último
de sus trucos conocidos, la construcción, la fiebre edificadora de
inmuebles e infraestructuras que acompañada de un contexto
internacional favorable en lo económico descargó de dinero y
posibilidades materiales al españolito medio de un modo que ni se
recordaba. Ni con esas se puso el elemento a innovar o favorecer la
investigación pero es que ya ni importaba ni hacía falta. ¿Para
qué?, si al final hacemos gita de otra manera y encima currando
mucho menos. Somos los mejores, somos la caña. Y catacras, catacrak
del bueno como sólo un leit motiv tan estúpido puede llegar a
traer. Cayó el mundo occidental preso en uno de sus delirios más
peligrosos. Pero España cayó más que nadie, la depresión cundió
en la península y la sensación de inevitabilidad y de no tener
remedio se apoderó de la ciudadanía patria hasta límites
insospechados. Y en esas estamos, aún con la mejora de estos últimos
años ya nadie se fía de nada ni de nadie. No hablemos de la
investigación, que si fue tomada minimamente en cuenta en los años
locos pasó a estar totalmente postergada en los planes de
recuperación, como si España hubiese asumido por completo que lo de
investigar e innovar no va con nosotros. No sé cómo pudimos llegar
a pensarlo, nosotros innovando como los europeos. A quién se le
podía haber ocurrido, seguiremos tirando de atajos que es lo
nuestro. Y es una pena, España, por primera vez y casi sin
pretenderlo había logrado reunir a lo más parecido a una generación
de investigadores sin demasiado que desmerecer a lo mejor del
momento. La burbuja inmobiliaria se lo ha cargado todo pero sobre
todo ese capital humano que ahora ha debido emigrar a otros países
produciendo para ellos lo que debió haberse quedado aquí.</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Lo
veo delante de mis narices, trabajo en la Universidad del País
Vasco, he participado someramente en la gestión del alumbramiento
del parque científico tecnológico del mismo nombre. Un programa
basado en la comunión entre empresa privada e investigación
universitaria para hacer del I+D el motor de la propulsión económica
que siempre debió haber sido, el logro estratégico más importante
que se haya emprendido nunca en Euskadi a mi parecer. Y está todo
parado. De los 18 edificios proyectados sólo 4 se han puesto en pie,
funcionando a día de hoy 2 a medio gas. Todo avanza lento e
incómodo. Se diría un estorbo frente a lo que debe preocupar. Hace
un año se inauguró de forma patética, con una representación
institucional desganada, el lehendakari aburrió el acto como sólo
él sabe hacerlo y la escena apenas sí consumió espacio en los
medios de comunicación autonómicos, no digamos en los estatales. En
eso somos muy ibéricos los vascos, nos gusta reflejarnos en los
europeos pero somos un quiero y no puedo, al final nos sale el íbero
que llevamos dentro. Y en esto de la investigación, que no dejamos
de ser avanzadilla peninsular nos ha dado por avanzar muy poco en
estos últimos años. El ejemplo del parque universitario es palmario
en este sentido.</span></span></div>
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<br />
<div align="justify" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">En
fin, amigos lectores, no pierdo la esperanza de que esto cambie de
alguna manera. Hay novedades parlamentarias con otra sensibilidad
sobre este asunto, una perspectiva más joven que ya se visualiza y
que definitivamente parece distinta. Termine ya la era de las
corbatas, corruptos de traje y despacho que trajeron dinero para
otros pero sobre todo para sí sumiendo al país y la investigación
en el caos. Vengan ya las batas, vuelva ya el precioso caudal humano
e investigador que ahora produce en otros lares. Dejemos ya los
atajos y los galeones hacia un modelo económico que este país,
creativo y audaz como pocos, también es capaz de afrontar aunque sea
contradiciendo su propia historia . Es hora de creer en ello. Toca
pensar diferente en todo esto, de ello depende nuestro futuro más
inmediato.</span></span></div>
Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-79544514760297740492017-04-12T04:47:00.003-07:002018-02-15T03:51:23.857-08:00Nuevas democracias representativas<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUAu2Sacvlj9VomqI4jkMfTklNzcqRL5ykBukjetcHVnzCrr5XvK1LH20F1-QyoAz-xTRDCRV6RNu8oj6mDw64oIoAT5bAw5ZeRsLAqmn7iLGRMD5taPggF9gsgvXqlSxRw7jh4afelw0-/s1600/Democracia-2016.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="352" data-original-width="500" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUAu2Sacvlj9VomqI4jkMfTklNzcqRL5ykBukjetcHVnzCrr5XvK1LH20F1-QyoAz-xTRDCRV6RNu8oj6mDw64oIoAT5bAw5ZeRsLAqmn7iLGRMD5taPggF9gsgvXqlSxRw7jh4afelw0-/s320/Democracia-2016.jpg" title="nuevas democracias representativas" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Del griego “Demos”, que
significa pueblo y “Kratos”, que significa gobierno. Useasé “Gobierno del
pueblo”. De la cultura helena proviene no sólo el término sino el concepto en
sí mismo, democracia, que el gran Platón jerarquizó en el cuarto lugar entre
las cinco formas de gobierno a las que un ciudadano podía exponerse. Es decir,
que no tenía precisamente una elevada percepción de las virtudes de la
democracia como modo de dirección de sociedades. Y es que la aludida percepción
no coincide con la que entendemos hoy en día. La democracia constituía el
gobierno del pueblo en su sentido más literal. El pueblo es todos los
ciudadanos de la polis, y cuando digo todos es todos, no los miembros
representativos de los mismos, repartiéndose por espacios de tiempo estas
obligaciones de gobernanza. Se comprenderá que por mucho que el nombre de
ciudadano sólo pudiere abarcar una parte minoritaria de la sociedad (había que
excluir a mujeres, extranjeros, niños, esclavos y demás) no dejara de suponer la delegación de la
gobernanza de la polis en demasiados elementos como para evitar el matiz
caótico del asunto. Se comprende hasta cierto punto la mala prensa que podía
tener la democracia para un pensador como Platón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Desgraciadamente, la
evolución histórica habría hecho buena la peor de las democracias por caótica
que fuera. El modo preponderante en la antigüedad de manejar los designios
humanos pasó por tiranías, oligarquías, aristocracias en las que el interés de
los gobernados no era el preponderante y sí el de los gobernantes. Según
avanzan los siglos se va imponiendo una mayor racionalidad, la representación
asamblearia va dotando de equidad a la gobernanza pero siempre el interés
velado no es el general sino el de los estamentos privilegiados. No es hasta la
revolución francesa y la caída del antiguo régimen cuando se empieza a
vislumbrar algo de luz en este sentido. A lo largo del siglo XIX se instaura el
sufragio censitario como forma de representatividad lo cual deriva a los
ciudadanos censados (nuevos privilegiados)
la posibilidad de elegir y/o ser elegido, vía intermedia hacia una
representatividad más global y justa amparado en el sufragio universal, todos
los ciudadanos mayores de edad no incapacitados pueden ahora ser electores y
elegibles. Es lo que con mayores o menores vicisitudes tenemos hoy en día.
Nadie discute este sistema sobre todo porque las alternativas dan miedo y a su
manera ha funcionado lo suficientemente bien como para dotarnos de una vida con
las necesidades materiales relativamente cubiertas, sobre todo si lo comparamos
con otros lares y otros sistemas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En estas llegamos a lo que
viene aconteciendo estos últimos años, auténticamente revolucionarios por otra
parte. La caída del comunismo en la antigua unión soviética ha supuesto un
descrédito infinito de este sistema y la consiguiente euforia de su adversario
natural, el capitalismo, que ha llegado a creerse único e indestructible, ha
provocado la enésima degeneración del mismo y la aparición de los denominados
populismos al rescate de las clases medias, auténticas olvidadas en los
objetivos de los dirigentes pero que tiene en el voto masivo su mejor arma. Me
interesa lo sucedido en España y en concreto lo que se viene en llamar nuevos
partidos. Y son éstos los que han revolucionado los sistemas de
representatividad acogiendo una variante depurada e interesante de los mismos
con la inestimable ayuda que ha supuesto la revolución en la tecnología de las
comunicaciones. De tal modo estos nuevos partidos emergentes y sobre todo uno
de ellos, Podemos, supone un emblema en este sentido. Sin apenas medios
financieros ni sostén mediático alguno se han incrustado de pleno en la
realidad parlamentaria y representativa hasta configurar casi la mayor fuerza
de oposición al partido del gobierno. Todo ello en un tiempo record recogiendo
el desencanto de un sector de la sociedad y casi hasta de una generación entera
que de otro modo no habría participado en política. Pues bien, al margen de su
inusitado advenimiento los modos de participación y toma de decisiones en esta
formación me suscitan el mayor interés como evolución y perfeccionamiento de
los sistemas de representatividad tradicionales del siglo XX. El que creíamos
mejor sistema posible, con unos representantes elegidos por el conjunto de la
ciudadanía bajo la condición de cumplimiento de un programa político resulta
que no, que cumplen lo que cumplen del referido programa político. Al final
toman decisiones que desconciertan a sus propios votantes que no se sienten
precisamente representados. Leyes, normativas, decisiones en definitiva
desamparados del criterio del que les votó. No es que esto sea lo más usual
pero el desencanto del que hablo seguro que es reconocible en muchos de los
lectores de este artículo. En definitiva, el votante no se siente reconocido en
el partido que votó o en alguna de las decisiones que toma. Esto viene siendo
así desde hace tiempo y el referido votante ya lo acoge con un cabreo
resignado, como si en el fondo no pudiera ser de otra manera, lo más ese
porcentaje de votos nulos y la abstención que figuran en cada cita electoral
pero que ha llegado a estabilizarse hasta formar parte de una realidad más del
sistema. <o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pues va a ser que no,
que queda un resquicio un respiradero para que la representatividad sea más efectiva
y real y en mi opinión, ello lo constituyen
los procesos de voto telemático en el que todos los inscritos previamente en
una web acondicionada para ello puedan participar en la toma de decisiones de
su partido. Si bien es exagerado consultarlo todo sí que las líneas maestras
ideológicas, estratégicas y funcionales, así como las grandes decisiones deben pasar por el debate y elección pública
para que un partido pueda considerarse plenamente representativo. Y esto es
nuevo y con las nuevas tecnologías hasta funcional, de modo que eliminando los
inconvenientes que surgen y que puedan ir surgiendo en el futuro suponga la
representatividad del mañana. Dejar de lado el que tras depositar el voto uno
pierda toda influencia en los dictados de la agrupación que eligió y pasar, en
cambio, a formar parte activa de, como digo, los esquemas básicos de la
formación política de nuestras preferencias. Sospecho que esto de lo que hablo es
algo que ha cundido antes y mejor en los jóvenes y las nuevas generaciones que
vienen que en los estamentos tradicionales y dominantes que cumplen ya unos
años. No obstante creo que tarde o temprano deberá ser moneda de uso para toda
formación política que pretenda subsistir en la nueva política. Nuevas
democracias traerán nuevas representatividades. Y sino al tiempo. </span></div>
Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-32066241406653530822017-04-11T00:55:00.004-07:002018-02-15T03:53:55.993-08:00Superrelación de contexto<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjG3NkX51k3b_iA8_bf2an38W7aUUyg9A2X7A0sJTR4HT6UGkfq1j2FNPS-FFoZrgsRDxDqqzXvJEBZB7pO79xja0d25mMzmypxKXBR9_t6XRyXXx-7a51Z-YhurF4XRizd9PDsEOqUG98Q/s1600/1fc372946c0b98fb8d7f87d4c38ea83a_XL.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="1063" data-original-width="1066" height="319" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjG3NkX51k3b_iA8_bf2an38W7aUUyg9A2X7A0sJTR4HT6UGkfq1j2FNPS-FFoZrgsRDxDqqzXvJEBZB7pO79xja0d25mMzmypxKXBR9_t6XRyXXx-7a51Z-YhurF4XRizd9PDsEOqUG98Q/s320/1fc372946c0b98fb8d7f87d4c38ea83a_XL.jpg" title="superrelación de contexto" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Ya lo menciono en la primera
de mis novelas, me remito literalmente al fragmento en que hablo de ello: “La
clave:</span><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"> </span><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Las
relaciones de contexto, siempre he creído en ellas, en las relaciones humanas,
en la amistad y sobre todo en el amor. Una compañera de trabajo, una vecina,
amiga de amiga, amiga de la novia de un amigo, todo vale si hay contexto,
forzarlos si cabe: academias de estudios con compañeras estudiantes, grupos
organizados de tiempo libre con compañeras monitoras, incluso los
semicontextos: Las bodas de amigos con alguna invitada, las fiestas con
conocidas de conocidos... La clave en definitiva es el contexto, la clave
reside en edificar relaciones de contexto y habitar en ellas, conocer en
antecedentes a la otra persona aunque sea mínimamente, lo suficiente”. Pues sí
amigos, la madre del cordero si uno quiere vivir acompañado es la aludida
relación de contexto. Cuando titulo este artículo como superrelación de
contexto lo hago al recordar un recuerdo, pasaje o lo que sea que fuese de una
ya lejana juventud veinteañera del que escribe. Compartía barnetegi, estancias
en régimen temporal de internado para aprender y perfeccionar el euskera, con
una chica que a mis ojos y me consta que al de muchos otros representaba poco
menos que la chica perfecta. Guapa y esbelta, de larga melena rubia y rizada.
Era además lo que se entiende un partidazo porque la inteligencia que
demostraba la refrendaba con una recién terminada carrera de derecho
especialidad económica en la universidad de Deusto, lo cual anticipaba una
futura y brillante carrera laboral. Lo mejor de todo es que todas estas
virtudes que endiosarían al más pintad@ anidaban en ella de un modo natural, no
podía ser más maja la niña. Y cómo no, el menda, que en la época ya calzaba una
larvada soltería, quedó prendado de la susodicha. El caso es que la chica de
marras me trataba con frecuencia. Servidor, que de pura timidez casi la
rehuía, podía llegar a entender que hasta le hacía bastante caso. Eso era tan
cierto como que portaba novio formalísimo que nunca dejaría por mí. Entonces yo
rumiando mi amor imposible cavilaba sobre las escasas o nulas opciones que
tenía de llevármela al huerto en el buen sentido de la palabra, un huerto en el
que plantar toda la vida. Y no tengo para olvidar la frase que asaltó mi
pensamiento: “A esta chica sólo se la liga una superrelación de contexto”. Es
decir, que un tipo como yo pueda llegar a convertir en compañera una mujer de
ese calibre requeriría de un auténtico
aluvión de circunstancias, poco menos que ser compañero de isla desierta
durante lustros a la espera de rescate. Sin exagerar tanto, podría ser
compartir ascensor en parada técnica durante una hora estratégica y ya más en
serio y por poner otro ejemplo tenerla de vecinita y crecer juntos yendo a un
colegio por fin mixto donde compartiríamos clase y pupitre. La teoría me costó
que los amigos de la cuadrilla me grabaran la frase en una camiseta en unas
fiestas de Bilbao y que, por lo mismo, tuviera que dar un montón de
explicaciones a los y las que se me acercaban para entender su significado, lo
cual me arruinó dos o tres juergas hasta que ya no tuve que ponerme más la
referida prenda. Ni que decir tiene que después del internado nunca volví a ver
a la chica de la superrelación de contexto. El último día de estancia el
supernovio se la llevó y el peluchín con grabadora que es lo que en el fondo
servidor constituyó para ella nunca supo más de la mencionada. La cuestión es
que además de la frase, quedó la teoría que
ya dejé caer en mi novela y que ocupa lo que pueda llegar a dar de sí
este artículo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">He de decir que el asunto ya
no me proporciona especiales desvelos, soy padre de vikingitos con una mujer
excepcional que me aguanta pero como gran especulador de la realidad que soy sí
que vuelvo a la teoría para terminar de darle forma, más que a una
superrelación de contexto que no deja de ser algo cuasi anecdótico a la
solución que apuntaba en la novela. La reivindicación del contexto como base de
una sólida relación sobre todo en términos de amor donde la confluencia siempre
tiene un punto de inexplicable. Adoro el amor romántico de azar y flechazo pero
siempre he sido muy pesimista sobre la perdurabilidad de estos encuentros. Lo
que te hace durar, los que verdaderamente lo pretenden frente a los que anhelan
el estado de pasión permanente que les lleva de pareja en pareja, es una cierta
afinidad de caracteres, proyectos y preocupaciones comunes. Y esa comunión no
se logra porque sí, el contexto puede venir dado pero en general, como todo en
la vida, hay que currárselo. Hay que propiciar las situaciones en las que
podamos a hallar a esa persona afín.
Nadie viene a nuestra casa a deslumbrarnos y ofrecerse como compañía eterna y
perfecta. Cuanto más trabajemos los encuentros, más perspicaces y tenaces nos
mostremos más probabilidades tendremos de encontrar la media naranja que nos complemente al
fin. Hay que currase el contexto, aprender
polaco si nos gustan las mujeres del este, ir a clase de batukada sin nos van
las danzonas o leer a Kafka si pretendemos emparentar con una intelectual y ya
con ejemplos menos chirigoteros como digo en la novela, academias de estudios
con compañeras estudiantes, grupos organizados de tiempo libre con compañeras
monitoras, las bodas de amigos con alguna invitada, las fiestas con conocidas
de conocidos...en fin para que marearles, en el fondo ya saben ustedes a lo que
me refiero. Se trata de defender el contexto no tanto como vehículo de caza o
captación de compañeras sino como expresión y reivindicación de las relaciones
duraderas frente a los partidarios del chute emocional y constante que no saben
sufrir en una relación cuando la ocasión lo merece o no queda más remedio. Por
supuesto no soy quién para aconsejar a nadie ni dar lecciones de nada en un
terreno como es la jungla del amor en la que uno se maneja como puede,
simplemente me aterra la idea del playboy decrépito y decadente intentando
ejercer en edad ya de desmerecer, un tipo que no ha querido a nadie en su vida
y al que tampoco han querido crea él lo que crea. El contexto, la relación
duradera no garantiza nada y bien puede ser que se termine tan sólo como el
decano de los latin lovers pero al menos frente a éste siempre tendrá una
certeza y es la de que un día amó y le amaron profundamente. <o:p></o:p></span></div>
Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-37552568763973885952017-04-05T05:19:00.003-07:002018-02-15T03:55:34.517-08:00Estratos identitarios. Iberia cultural<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioDD4vecPxMf7RTo39Fn3yIJYc6S3xVZj-4elTI7jQBlX2n8PLKLgWrRwB0Eol7eeZk_WixaXwo1ELcXVd4LMYUUpehfJS_glRBGpgtjl2WWOL9AAjWTARbL2v_D5b9upQuRMYujKpQfcN/s1600/2000px-Iberian_Peninsula_base_map.svg.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="1265" data-original-width="1600" height="253" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioDD4vecPxMf7RTo39Fn3yIJYc6S3xVZj-4elTI7jQBlX2n8PLKLgWrRwB0Eol7eeZk_WixaXwo1ELcXVd4LMYUUpehfJS_glRBGpgtjl2WWOL9AAjWTARbL2v_D5b9upQuRMYujKpQfcN/s320/2000px-Iberian_Peninsula_base_map.svg.png" title="Estratos identitarios. Iberia cultural" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Ya lo tengo tratado en el
artículo “Nacionalismo sostenible” y el presente no deja de ser una derivación
de aquel. Sostenía en aquel la problemática atávica del nacionalismo a cuenta del
tema catalán y el modo de encontrar un punto de encuentro sin que haya una
hecatombe de por medio. El caso es que el referido tema catalán no sólo no ha
evolucionado hacia una vía de entendimiento sino que va camino de convertirse
en el problema más grave para España desde la guerra civil y el caso es que a
día de hoy mantengo los fundamentos apuntados en aquel escrito. En esencia la
distensión del concepto mismo de nacionalismo desde una máquina justificadora y
genocida hacia una solución de organización política en la distribución de
bienes y servicios donde un ser humano encuentre una identificación comunitaria
tranquila y civilizada desarrollado todo ello en consultas periódicas a la ciudadanía en aquellos lares con una
identificación comunitaria y nacional menos definida. Como otro gran apunte el
de encomendar el pilotaje de los procesos de definición nacional a formaciones
políticas con una presencia mayoritaria en el órgano de representación política
principal del país. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pues bien partiendo de lo
anterior y ciñéndonos al caso español el artículo que nos ocupa trataría de ahondar en las soluciones
señaladas sofisticándolas aún más si cabe pero sin dejar de lado su sencillez
por paradójico que pueda parecer. Así, en el precisado objetivo de integrar el
nacionalismo como ejercicio político sostenible convendría alejarnos del modelo
de estado nación que tanta conflictividad ha generado. El que ya apunté como
acumulador de funciones que vacía de contenido al que no las tiene, es decir,
comunidad política acaparadora que posterga a otras comunidades identitarias a
no tener nada, antesala de un polvorín que casi siempre estalla. Los estratos
identitarios se referirían al modo en que las mencionadas comunidades con
pulsiones identitarias alcanzarían sus objetivos de realización nacional de un
modo relajado y compatible con otras comunidades o realidades nacionales
colindantes o circundantes. Y ello basado en un sistema de gestión de funciones
implementada por estratos. Los poderes de un estado derivado en las funciones
que regulan toda organización pero repartido en instituciones no incardinables
en un estado nación único sino en distintas y superpuestas comunidades
identitarias, de tal modo que cada una de ellas goce de las suficientes
funciones como para realizarse “nacionalmente”. En este sentido frente a
funciones meramente de gestión, eminentemente pragmáticas encomendadas a
autores que las resuelvan bajo un criterio de mayor eficacia, otro tipo de
funciones con una carga identitaria ineludible y que también puedan ser
adjudicadas a una u otra comunidad nacional de tal modo que todos queden
realizados, superando el esquema del estado nación donde el estado nación
oficial acapara el concepto y la función identitaria y al resto de presuntas
comunidades nacionales no les toca nada. Repartir el pastel, en definitiva,
para eliminar conflictividades y
asegurar la convivencia política del ser humano. De tal modo, destinando las funciones mas
identificables con la gestión a un reparto bajo criterios de eficacia nos
toparíamos con las funciones propiamente identitarias antedichas, las
nacionales para entendernos. Así, la moneda, el ejército, política exterior y
la gran organización de los poderes supremos de la comunidad no se comparten y
terminan por constituir el fundamento propio de la nación. En estas yo propongo
que hasta estas funciones nacionales se repartan entre las comunidades identitarias
en base a fundamentos de satisfacción-realización nacional o identitataria equitativa y de
racionalización y minimización de la
conflictividad. Siempre pongo el ejemplo de que si a una de estas comunidades
identitarias, póngase Euskadi como ejemplo más cercano y que conozco bien, se
les concediera el mero hecho de contar con selecciones deportivas oficiales de
carácter nacional acabaríamos de un plumazo con muchas de las tensiones que se
generan con los nacionalismos no reconocidos políticamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">De igual modo y en la línea
de lo apuntado estas comunidades identitarias participarían de otras
compartiendo funciones de mera gestión en base a los aludidos criterios de
eficacia u otros igualmente respetables, así como funciones eminentemente
nacionales o identitarias en base a términos consensuados entre ellas. Es así
que ninguna comunidad existiría contra otra, máxime las colindantes más dadas a
las mutuas confrontaciones, participarían unas en y con otras de forma que sin
renunciar a sus señas identitarias también se reconocerían en otras estrechando
los lazos entre ellas, sobre todo en aquellos casos en los que existan
inequívocas confluencias culturales. Es entonces cuando enlazamos esta teoría
de los estratos identitarios con la otra aportación del artículo, la
supracomunidad cultural albergante de otra u otras en las que todas tienen
cabida y en las que la relación deja de ser tensionadora o castrante para pasar
a ser otra cobijante, maternal se diría. La gran Iberia cultural. A día de hoy
coexisten en la península estados nacionales como España, Portugal y Gran Bretaña como sostén del
peculiar status político de Gibraltar junto a las referidas comunidades
identitarias no políticamente nacionales como podrían representar Cataluña,
País Vasco y quizás Galicia. Todas ellas junto a las regiones que las conforman
configuran indiscutiblemente la Iberia
cultural a la que aludo. Nadie discute esta realidad territorial y cultural
como en cambio sí que son objeto de polémica política constante el resto de comunidades
señaladas. Es por ello que es aconsejable que nos acojamos a ella cuando
pretendamos rehuir la conflictividad que en el estadio patrio español genera el
concepto nación. Reconozcamos los evidentes lazos culturales que nos unen como
peninsulares que somos y sirva de punto de partida para construir una
convivencia sana y reivindicable sin que nadie haga renunciar los anhelos nacionales a otros para
satisfacer los propios. Es una aspiración personal que el día que se comprendan
los términos contenidos en este artículo y se formalice una voluntad para su ejercicio
se emprenda el camino para resolver un gran problema. <o:p></o:p></span></div>
Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-37439510127699187302017-03-29T05:37:00.001-07:002018-02-15T03:56:24.705-08:00Capitalismo comunista<br />
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsBPc148mIFkkwsSiVkr7fQ_LxqlBlXO2UecChahE7BLDZXJz85TOPpX1SLsxH6y2o56nqLVtcpn3s6x2lS5bWMt9n9TVO1o7JeiluiG0ijNJkIFr7XP5XWHPuGdRHoz9TK4haENdqL_fA/s1600/MARXmcdonalds.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="475" data-original-width="710" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsBPc148mIFkkwsSiVkr7fQ_LxqlBlXO2UecChahE7BLDZXJz85TOPpX1SLsxH6y2o56nqLVtcpn3s6x2lS5bWMt9n9TVO1o7JeiluiG0ijNJkIFr7XP5XWHPuGdRHoz9TK4haENdqL_fA/s320/MARXmcdonalds.gif" title="capitalismo comunista" width="320" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El hombre ha organizado su
existencia como ha podido o si queremos expresarlo de un modo más
científico ha ordenado la parte material
de su vida en la tierra basándose en el intercambio y administración de bienes
y servicios de múltiples maneras, del modo en que las circunstancias, talento,
fortuna y propio desarrollo evolutivo le han permitido. Podía pensarse que
cuanto más primitivo es el sistema más injusto y brutal podría ser la antedicha
organización vital y colectiva pero hay excepciones hasta impedir una regla
mínimamente efectiva, sociedades atrasadas tecnológicamente pero comunitarias,
felices y equitativas y otras avanzadas en lo material pero con tiranías u oligarquías
manejando rituales de existencia y vida sangrientos. Así, dando tumbos, se ha
despachado el devenir humano con ejemplos contemporáneos en cada estrato
histórico de sociedades ejemplares e íntegras junto a otras nada reivindicables
incluso vergonzantes éticamente hablando. De este modo y para terminar de
confluir el debate llegamos a la edad
moderna de estos últimos siglos donde
los usuales sistemas de occidente terminaron por fundirse en uno
denominado capitalismo que recién
estrenado etimológicamente sufre su primera degeneración endogámica a través de
los excesos de revolución industrial que aprovisionó impensablemente a las
esferas altas de la sociedad y en cambio engulló a las esferas
bajas que aprovisionaban. Ello provocó ineludiblemente la irrupción del
comunismo que en tal momento supuso un respiradero de justicia para estas
clases más desfavorecidas. El comunismo terminó por sufrir sus propias
degeneraciones a la vez que se expandía
territorialmente en dictaduras que lo
obligaban como sistema único e
indiscutible a una sociedad condenada. En el sector occidental capitalista
tradicional el comunismo se reconvirtió en socialdemocracias que convirtieron
ambos sistemas, capitalismo y comunismo, en simbiosis más justas.</span></div>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En estas llegamos a nuestros
días, hasta anteayer como quién dice, para toparnos con la caída del muro y del
comunismo más amenazante, el colindante al capitalismo mismo. Y las aludidas
sociedades simbióticas de capitalismo y comunismo también se ven afectadas
paralizando el perfeccionamiento social y equitativo que venían desarrollando hasta ese momento.
Cae el comunismo y el capitalismo se hincha de orgullo y satisfacción,
mostrándose sonriente y prepotente convencido de su inevitabilidad como sistema
único, íntimamente ligado al hecho de ser hombre. Sólo puede quedar él, los
demás son experimentos que tarde o temprano se muestran equivocados. Y mira por
donde que el aludido proceso nos muestra la última de las degeneraciones de un
sistema que nos sobrevivirá por su capacidad de adaptación constante pero que
nos va matando por el camino, es decir el capitalismo se reinventa en su
versión de sistema único e inevitable hasta la más grotesca de sus expresiones
y muta hasta la situación que venimos sufriendo estos últimos años potenciada
por dos compañeros de viaje descomunalmente vigorosos: La revolución
tecnológica y la globalización. Es de
esta nueva situación de la que trato de hablar en el presente artículo, la de
la uniformización ciudadana que ha supuesto esta vertiente más salvaje del
capitalismo. El imperio de las empresas multinacionales ha sido santo y seña
del sistema capitalista pero la amenaza del vecino comunista y un modelo
tecnológico y global mucho más tierno que el actual hacían de este imperio un
sistema casi bendito para el ciudadano. Frente al universo gris, monocorde y
preso del comunismo el capitalismo constituía su manifiesto contrapunto, un
ejercicio de libertades, ciñéndonos al aspecto material el súbdito capitalista
obtenía todo aquello que su universo de gustos pudiera abarcar, la creatividad
al servicio de la voracidad consumista. Todo tipo de artículos y servicios para
todo tipo de consumidores. Y vio Dios que era bueno. Es cuando tras la relatada
caída del comunismo más cercano y consecuencias hemos llegado a la variante más
grotesca del multinacionalismo capitalista. Cada vez menos multinacionales y
más globalizadas. Con los acuerdos antimonopolios en vigor las empresas son más
monopolísticas que nunca. Se diría que aún inconscientemente han acordado
producir y servir lo mismo. Los colores del parchis: Se produce y sirve en
amarillo, rojo, verde y azul pero se produce y sirve lo mismo. Bajo una
apariencia de competencia todo se ha uniformizado hasta el extremo. El
ciudadanísimo del primer mundo capitalista hipermoderno come, viste, vive y se
divierte igual. Tenemos las mismas camisas y zapatos, los mismos muebles en
casa, nuestros hijos juegan con los mismos juguetes y los coches son casi
idénticos, blancos, negros o grises. Y me pregunto: ¿En qué nos diferenciamos
de los ciudadanos comunistas?. Aquellos, paradigma de la uniformización
castrante tantas veces vilipendiada históricamente, si lo piensan bien tienen
muchas de nuestras características actuales. En ellos es el sistema y el
partido con las directrices marxistas los que determinan los modos de vida
colectivos. Utilitarios desvencijados, dos o tres repuestos de ropa,
abastecimiento nutricional básico convertían a los humanos en máquinas o
muñecos. Ahora tenemos setecientas camisas iguales fabricadas de la misma
manera, nos acodamos en las mismas mesas y sillas de IKEA donde guardamos
nuestros pantalones iguales mientras engullimos la comida rápida standard o
llenamos la nevera con prefabricados envasadísimos y productos naturales de lo
más artificial.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; text-align: justify;"><br /></span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Piensen en nuestra vida actual
y reflexionen si en cada aspecto de ella no está una mutinacional superglobalizada
fabricando en asia detrás. Piensen en
cuando dejamos de decidir, en qué momento tras los miles de productos que
jalonan nuestra existencia nos
convirtieron también en muñecos o máquinas. La simbiosis dejo de ser perfecta y tornó en
perversa. El capitalismo comunista que nos caracteriza. Pues bien, creo en el
hombre y sigo creyendo en el hombre y no desisto en tener una última esperanza
en que nos reinventaremos una vez más, al menos esa facción creativa e indómita
de la especie humana asomará la cabeza ilustrando una salida y el hombre la
seguirá, y hablaremos de otras cosas. De una era más ilusionante, de un color nuevo
que nos identifique donde ser igual y vulgar, un mero consumidor final pase de
moda y seamos nosotros mismos quienes decidamos nuestro destino. Ese día
llegará bajo un nuevo sistema que lo caracterice y defina y espero estar allí
para escribir sobre ello. <o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; text-align: justify;"></span>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; text-align: justify;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; text-align: justify;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; text-align: justify;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; text-align: justify;"><br /></span>Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-16604225122999570172017-03-20T14:38:00.001-07:002018-02-15T03:57:08.718-08:00Por mi hija muero<div align="justify" class="western" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0.35cm;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEix3NBK4BMUPRaCm3bPJ7qq9Lp84b4i0f7p3vGROGyrI4cbPVqhV-U_77AIdP4b_fkvzICLLgRly3Jg9J5xZrIFeCUjHYii3lhgW4OB3D57yzM7t8ovgwfm0LQEm1U56RGpo14cr7NsLWMm/s1600/caja_511369.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="218" data-original-width="310" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEix3NBK4BMUPRaCm3bPJ7qq9Lp84b4i0f7p3vGROGyrI4cbPVqhV-U_77AIdP4b_fkvzICLLgRly3Jg9J5xZrIFeCUjHYii3lhgW4OB3D57yzM7t8ovgwfm0LQEm1U56RGpo14cr7NsLWMm/s1600/caja_511369.jpg" title="Por mi hija muero" /></a></div>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Soltó
el icono mediático del mundo rosa hispano: “Por mi hija mato” y hete aquí que
las aguas del mar rojo se abrieron y emergió una nueva moral, nueva cultura y
civilización que nos ilumina y guía en nuestro devenir paterno filial con un
sacrosántico lema que destruya toda duda de comportamiento y proceder: Tengo
que matar por mi hijo. Ponerme morado a liquidar congéneres si hace falta.
Padrazos que fueron los de la solución final del tercer Reich, el Pablo Escobar
y compañía. Cepillarme a la humanidad entera hasta que sólo quedemos yo, la
progenitora madre y el motivo del holocausto: Mis hijos. Claro que no soy el
único superpadre y es posible que coexistamos unos cuantos padrazos serial
killers en este nuevo amanecer, atardecer más bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sarcasmos
aparte resulta pasmante la degeneración ética a la que se llega en cuestión de
meses, semanas, días, horas y segundos si cabe en esta realidad actual nuestra
tan globalizada e intercomunicada. Si hay algo que cae bien, se sacraliza hasta
convertirse en ideario moral que ya nadie se atreve a contradecir. Así las
venerables acciones de protección y amor
que debemos a nuestros hijos se elevan a la máxima expresión hasta el punto de
justificarlo todo y aunque nadie obviamente justifique el asesinato (¿O sí?) sí
que se ha difuminado casi hasta la alabanza las conductas más egoístas,
insolidarias y abyectas. </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt;">Para
todos los que piensan que el amor filial lo excusa todo le invito a pensar en
lo que ocurriría si los pormihij@matones fuesen legión y culminasen su doctrina
hasta las últimas consecuencias. Poco menos que encerrados en nuestras casas
mirando por la mirilla de la puerta vigilando la estancia sin gente para evitar
la presencia del superpadre asesino record que aniquila los hijos y la
presencia que no son suyas. Quién dice esto dice un mundo donde los bienes y
servicios los acapararían las familias más mafiosas y amantísimas de sus hijos.
Es sólo una hipótesis apocalíptica pero baste para ilustrar lo que puede venir
detrás del amparo moral conductas egoístas bajo el barniz del amor a nuestra
prole.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sin
llegar a tanto sí conviene evidenciar que la insolidaridad, el aludido egoísmo
por la adoración a nuestros hijos no es amor es insolidaridad y es egoísmo a
secas. No hay nada que lo justifique. El hombre es lo que es y ha sobrevivido
hasta ahora por respetar un elemental decálogo de convivencia al menos entre
ciudadanos de un mismo país. Si penalizamos la guerra, los robos y las
agresiones pero mostramos una mueca de sonrisa justificatoria porque hay un
tierno infante de por medio será el principio de nuestro fin. Y no hace falta
moverse en el ámbito penal para reprobar aunque sea moral y socialmente
acciones que siempre se han movido fuera de lo tolerable y que ahora se
defienden bajo la bandera de la devoción filial. Sentar al niño en las plazas
de movilidad reducida a costa del anciano
que llegó más tarde, abroncar a entrenadores y árbitros en los partidos de los sábados,
acaparar la atención de los profesores, empujar a codazos en los festivales
concurridos, poner al nene frente a la tarta en los cumpleaños aunque no sea su
celebración, dar la espalda en cualquier conversación que no se refiera a niños
y al propio en particular. En fin actitudes que todos reconocemos y que siempre
han sido de capullo la mayor y padre odioso a todas luces pero que nuestra
degeneración matiza con un halo justificatorio en nuestros días. Y no, no
caigamos en la trampa, siguen siendo actitudes de capullo la mayor y padre
odioso. Lo dice un padre que las ha sufrido y quién sabe si terminado por
practicar visto el virus que ha terminado por infectar a la estirpe
progenitora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Levantemos
la cabeza pues y respiremos, seres
humanos convivientes y solidarios que en el fondo somos, para desterrar o al
menos llamar por su nombre a los hechos y modos egoistísimos descritos. De
verdad seremos mejores personas y seguramente mejores padres también porque el
ejemplo de amor supremo que heredaran no será un reguero de muertes sino sólo
una: la nuestra, que un día vivimos y otro día moriremos por ellos <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> <o:p></o:p></span></div>
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> <o:p></o:p></span></div>
</div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">
</span>Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-89088352756261727012015-11-17T02:35:00.003-08:002018-02-15T03:58:34.038-08:00¿El vicio merma la virtud?<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOp5OscD13hg5KMupzAIBWr7tscfVr2HPW-LzqaJG1FZyseHjOpBfXD4MMlIkFabQRQUrvWfvdUYF8dgbqIKL-rd2u9V1lyAYkOza-njPf5ZtuLg7YK96iO3XSmcvUO4r7E_-qRwmF-zb7/s1600/good+news+bad+news.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="183" data-original-width="276" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOp5OscD13hg5KMupzAIBWr7tscfVr2HPW-LzqaJG1FZyseHjOpBfXD4MMlIkFabQRQUrvWfvdUYF8dgbqIKL-rd2u9V1lyAYkOza-njPf5ZtuLg7YK96iO3XSmcvUO4r7E_-qRwmF-zb7/s1600/good+news+bad+news.jpg" title="¿El vicio merma la virtud?" /></a></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Ahí lo dejo. Opinen.</span>Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-12433073913024551762015-08-22T01:28:00.000-07:002018-02-15T03:59:21.041-08:00Seguridad social universal <div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiALMVuC4G6XpW7RB9s4vP8YyD0oEXmZ2CcawDOytdi696HhcQuUNkHVSy2RR3SIYoKWJ8cBxKJMx4UAlOAs_kSBjM3wGcloPoeAyrQnAbSlpUnxapPeDh39pqittJHeb6tdvlZiSNSsrTa/s1600/images-2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="208" data-original-width="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiALMVuC4G6XpW7RB9s4vP8YyD0oEXmZ2CcawDOytdi696HhcQuUNkHVSy2RR3SIYoKWJ8cBxKJMx4UAlOAs_kSBjM3wGcloPoeAyrQnAbSlpUnxapPeDh39pqittJHeb6tdvlZiSNSsrTa/s1600/images-2.jpg" title="Seguridad social universal" /></a></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Miras para atrás y es para echarse a temblar, los sistemas de previsión social, hoy tan asentados y tan fundamentales que quitan y ponen gobiernos, no estuvieron siempre ahí. En realidad concebidos como un servicio suministrado desde órganos políticos es cosa del siglo XX en adelante. Si nos retrotraemos al comienzo de los tiempos comprobamos que el ser humano ya homínido y desligado evolutivamente de sus parientes simios empieza a preocuparse de sus semejantes. Lo hace al menos con los pertenecientes a su grupo a los que no abandona a sus suerte cuando caen por accidente o enfermedad. Trata, sino incapaz de paliar o curar, al menos de acompañar al enfermo o caído hasta su sanación o último adiós, los entierra en última instancia. Esta concepción actuada inicial progresó mínimamente hasta dotarse de un escenario trascendente y ritual, la enfermedad y la muerte tratadas ya por una primera religión, animismo primitivo o invocaciones deísticas de todo signo, con sus representantes (chamanes, sacerdotes, druidas...) procurando sus remedios para sanar el cuerpo o el alma si la partida al otro mundo es ya inevitable. En este contexto el grupo continúa resultando básico como suministrador de las atenciones sociales que son posibles en cada momento evolutivo. Ya ceñidos a un primer mundo y a una tradición judeocristiana que lo sustenta, la religión constituye el gran proporcionador de atenciones sociales, elementales en un primer momento como los cuidados sanitarios, comedores o acogida de niños abandonados entre otras. Más adelante y en la medida que las sociedades se complejizan con un haz de interrelaciones más acusado aparecen nuevos servicios como la educación principalmente.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Este es el panorama principal en el ámbito de la civilización occidental y hasta el citado siglo XX. Es en este siglo cuando se produce una auténtica revolución en universo de la previsión social al involucrarse el estado en la proporción de estos servicios. Un estado cada vez más intervencionista y un espacio, el público, cada vez más protagonista en la vida del ciudadano, sobre todo tras el crack de Wall Street y la quiebra del estado liberal y posteriormente la reconstrucción de Europa tras la segunda guerra mundial. Se afianza después ya en la segunda mitad de siglo y en el Viejo Continente mayormente la concepción del estado social y democrático de derecho con su brazo político plasmado en las socialdemocracias que empiezan a acaparar el poder en los distintos países. Son estas socialdemocracias las que configuran el estado actual como el gran suministrador de servicios sociales que conocemos hoy en día, al punto de que muchos de sus planteamientos han sido asumidos por el liberalismo e incluso por el conservadurismo político siendo estos progresos sociales ya indiscutibles. El espectro de atención social proporcionado por el estado abarca casi todas las esferas de la vida del ciudadano actual de tal modo que cualquier crisis que impida o dificulte la atención del mismo provoca auténticas hecatombes políticas. Y como expresa la Biblia tras contemplar el santo Padre el mundo y su obra una vez finalizada: " Vio Dios que era bueno", podemos concluir que el sistema, con todas sus deficiencias (problemas de financiación, corrupciones políticas que contaminan la gestión de los servicios, sectores y necesidades desatendidas y otros sobreproporcionadas según los intereses que predominen, fariseicos en muchas ocasiones etcétera, etcétera), es bueno para nuestras vidas. Dota a la existencia del hombre sino de felicidad, al menos de dignidad, una base material sobre la que construir satisfacciones vitales en el género humano.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El problema es que lo expuesto se circunscribe al primer mundo, el segundo apenas lo disfruta y el tercero no lo ha experimentado nunca. Este tercer mundo apenas sí ha salido de la concepción animista y primitiva de la que hablaba al principio del relato, es víctima de una pobreza material extrema y los sistemas de seguridad social occidentales no son sino una quimera. Y el primer mundo lo sabe, es conocedor de esta situación y no hace apenas nada por evitarla. Millones de niños y adultos mueren al año de hambre y malnutrición, enfermedades tratables y curables en los países desarrollados provocan también incontables fallecimientos que podrían evitarse, ni siquieran tienen acceso a los medicamentos más básicos de los que disponemos en el mundo acaudalado. El conjunto de atenciones sociales de los que disfrutamos en occidente les queda a años luz toda vez que sobrevivir ya supone una proeza heroica.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">¿Cómo es posible que esto suceda así?. Con seguridad siempre han existido diferencias en las condiciones de vida entre las distintas civilizaciones a lo largo de los siglos pero el desarrollismo furioso nacido tras la revolución industrial ha desembocado en el ingente materialismo que caracteriza hoy a nuestras vidas en el aludido primer mundo. Mientras, el tercero apenas sí presenta grandes distinciones con las sociedades prehistóricas si acaso atisbos de civilización que suele asomar en estado caótico. El contraste no puede ser más grotesco. Cualquier par de ojos extraños a este planeta apenas sí podría creerlo.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Cuando pienso en cómo se podría solucionar tamaño desfase y las dificultades que se presentan siquiera con abordar el problema recurro a mi mundo imaginario. Entonces yo soy un representante de otra civilización galáctica pura y perfecta que contempla horrorizado este dislate de desigualdad y con mis superpoderes dicto mi manifiesto que haré cumplir para hacer de este, un mundo definitivamente justo. Y se me ocurre posar mi mirada en la maravillosa seguridad social construida en estos algunos países del primer mundo y la hago extensible al segundo y al tercero. Una seguridad social universal, auténticamente universal. Con las necesidades sociales cubiertas para cualquier ser humano, de modo que no se prive del conocimiento a ningun ser consciente de la tierra ni de la atención médica a ningún hombre de modo que sin ser inmortales gozemos de una existencia finita lo más digna posible. Además de ello todo el acervo social del que se ha dispuesto para este ciudadano de primer orden, así, un trabajo y una renta que le permitan atender sus necesidades materiales con una pensión de jubilación cuando por edad ya no pueda seguir ejerciendo, y una prestación por desempleo cuando por circunstancias del mercado laboral no se mantenga activo en el mismo. Lo mismo que unas retribuciones garantizadas para aquellos sujetos que por impedimentos físicos no pueden aportar al sistema y un sistema de subvenciones para la adquisición de bienes y percepción de servicios esenciales a los que carezcan de los recursos para costearlos. En definitiva, lo que con las deficiencias que se han señalado anteriormente, tenemos en buena parte del mundo desarrollado pero para todo hombre, mujer, niño, niña, anciano y anciana de cualquiera de los países del globo terráqueo. Y dirán los interesados catastrofistas que no puede ser, que cómo se va a pagar todo eso, que quién va a convencer a los países para esta aplicación a gran escala. Y pensaré que eso mismo dijeron los igualmente agoreros interesados cuando pronosticaron la imposibilidad de implantación de la seguridad social que conocemos hoy en día. Sólo me queda pensar que cuando la seguridad social universal sea una realidad podré decirme a mí mismo y a los demás que vivimos en un mundo razonablemente justo. Mientras tanto tomaré a la Seguridad Social Universal como aspiración ineludible de la raza humana y hacia la que debe orientar su camino.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
</div>
Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-56055383965881419082015-08-22T01:23:00.002-07:002018-02-15T04:00:03.768-08:00Efecto idiotizante<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTDK5OI3ecE3pa9cjULlYLiG-1erTWdh69NNHLC3c1nHPOyGON8bDuGh13YZUMIfvrBK89KFYpm62NBhlpYNHoS9txfxdi4-f9SBkQ9L7tnsopGGa0InILssOHai45XHy_bUALSBYGMA2q/s1600/homero-tv-001-300x216.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="216" data-original-width="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTDK5OI3ecE3pa9cjULlYLiG-1erTWdh69NNHLC3c1nHPOyGON8bDuGh13YZUMIfvrBK89KFYpm62NBhlpYNHoS9txfxdi4-f9SBkQ9L7tnsopGGa0InILssOHai45XHy_bUALSBYGMA2q/s1600/homero-tv-001-300x216.jpg" title="Efecto idiotizante" /></a></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hace ya algún tiempo mi querido y finado padre me espetó en una jornada probablemente resacosa cuando devoraba con fruición el primero de los grandes hermanos televisivos: "Parece mentira Ugutz, con lo que tú eres, cómo puedes estar viendo esto....", mientras yo, sin saber muy bien qué contestar, no dejaba de mirar mi programa hipnotizante. Durante un tiempo me mantuve furtivo en este y otro tipo de gustos no supuestamente edificantes pero un miembro de mi cuadrilla de entonces me iluminó de justificaciones y dejé de ocultarme hasta el punto de acuñar el término que alumbra el presente artículo. Y es que el susodicho y antiguo amigo desafió sin pestañear el sacrosántico ideario cuadrillil al admitir que por encima de música underground con h, sonidos vasquísimos, decibelios de garaje y actitudes antisistema y auténticas le encantaba la música de ABBA.Yo lejos de horrorizarme como el resto del contubernio de amistades pensé: Olé tus huevos, con dos cojones. Le apoyé, no exactamente en sus afinidades melómanas sino en reconocer lo que verdaderamente nos gusta por encima de lo que nos debe gustar en el contexto de turno. El efecto fue inmediato y empezaron a aflorar las horteradas que escuchábamos en la clandestinidad y de repente mi grupo, una caverna de osos pardos y machos alfas, reunió una discografía como para amenizar una maratón del orgullo gay.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Al hilo de lo anterior reflexioné porqué entre mis aficiones más reivindicables se hallaban otras a las que podía dedicar hasta más tiempo y que no encajarían en el patrón del supuesto intelectual que soy. Un día cual Arquímedes y su eureka dí con el concepto que lo explicaba todo: El efecto idiotizante. Me explico, con el paso del tiempo me he dado cuenta de que la busqueda de la banalidad como canalización de ocio es una de las constantes en mi ya cuarentoñera vida. Por supuesto que soy un ávido lector y me interesan las profundidades de las inquetudes humanas pero ello no forma parte de mi entretenimiento sino que lo llevo insertado como característica fundamental de mi personalidad, me acompaña a todas horas y creanme: Me resulta agotador. Hay días en que me encantaría tener enchufes en mi cuerpo que me lograran desconectar como un cyborg, a falta de ello he desarrollado un arma que me permite poner los pies sobre la faz de la tierra sin desmayarme y es el aludido efecto idiotizante. Es decir, después de un arduo día de convivencia conmigo mismo encender la tele y tragar programas rosas hasta el punto de no saber contestar qué he visto cuando me lo pregunten. Perseguir un balón con la mirada hasta el corner sin saber el nombre de los jugadores o por contra y tratándose del Athletic conocer hasta el horóscopo de sus integrantes. Banalidad, Dios mío bendita banalidad que me recarga las pilas o bien las funde del todo, no sé bien pero que al fin y al cabo me permite llegar al día siguiente con una satisfacción vital que cotice en bolsa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Lo expresado no es sino el argumentario personal del que escribe, un superviviente más con los días contados pero lo proclamo a los cuatro vientos como manifiesto para el que lo quiera seguir. Todos sabemos lo doctos que nos mostramos en las encuestas cuando trasladamos nuestras opciones de ocio: Reportajes de leones en la 2, divulgaciones de física cuántica, películas de culto....Dejamos la prensa amarilla, el furbo, los bingueros y la pornografía a salvo del polígrafo y de tipos demasiado sinceros que reconozcan sus preferencias por ABBA. Y hacemos mal, porque quién más quién menos debe descansar de su putocurro, facturas, gastos, capullos sociales y de sí mismo y si no lo hace con el ocio más ilustrado del momento no avergonzase por ello porque al fin y al cabo es lo que le mantiene vivo y además no engaña a nadie, ni a sí mismo siquiera. Y si lo proclamamos pues mejor, desplazando ese telón hipócrita que pretende hacernos pasarnos por sofistas con túnica cuando lo que nos priva en realidad es divertirnos en bermudas en una fiesta con paellas. Aparecerá entonces una platea con millones de seres humanos muy parecidos a nosotros a los que les gusta ABBA, el furbo, la prensa amarilla, los bingueros y la pornografía, y podremos mirarnos a los demás y a nosotros mismos y decir que somos supervivientes razonablemente satisfechos de ocupar este espacio y tiempo que nos ha otorgado la providencia. </span></div>
Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-15415551405358260402015-08-05T14:37:00.003-07:002018-02-15T04:01:04.799-08:00Estado moral nuevo Dios<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivCRes8KkdUH3o5bNrJ8QhXa-peU5zYq5upNPpuh3b4Xl8wKqmHpGRZrlGu1R7Ciw5foEXanBHk3XwatUf7JYAHdMxciYo6Lf3QdlwrInjd3IBt0DwQQtzeNLsF_M_FONAZcsMWSlLwSaT/s1600/498300_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="420" data-original-width="800" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivCRes8KkdUH3o5bNrJ8QhXa-peU5zYq5upNPpuh3b4Xl8wKqmHpGRZrlGu1R7Ciw5foEXanBHk3XwatUf7JYAHdMxciYo6Lf3QdlwrInjd3IBt0DwQQtzeNLsF_M_FONAZcsMWSlLwSaT/s320/498300_1.jpg" title="estado moral nuevo Dios" width="320" /></a></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Desde que el hombre es hombre, sujeto consciente de su finitud, ha necesitado una supraentidad protectora que le ampare de las coordinadas que marcan su existencia, es decir, el dolor y la muerte. Y ha ido buscando sus respuestas. El primitivo homo sapiens y evoluciones prehistóricas posteriores se encomendaban a esta supraentidad dotando de divinidad a todo su entorno, en lo que viene a conocerse como animismo. Poco a poco fue depurando sus invocaciones, ciñéndose a dos o tres conceptos que ellos consideraban los principales por majestuosidad, presencia o influencia en sus vidas como el sol y la astrología, los fenómenos meteorológicos o los desastres naturales. Con frecuencia aún en civilizaciones más adelantadas se ofrecían sacrificios, animales e incluso humanos, para aplacar la ira de los dioses o lograr sus favores. Todo esto lo conocemos como el paganismo, misticismo primitivo como preludio a las grandes religiones que irían surgiendo con posterioridad y que llegan hasta nuestros tiempos. </span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La religión que nos toca, la católica, no es sino, a su vez, la forma evolucionada de la religión judía tras su confrontación con el cristianismo que tras unos siglos de clandestinidad deviene en oficial ya con el imperio romano. La religión católico cristiana ligada a la civilización que nos ocupa alcanza su mayor apogeo en la edad media, auténtico intermezzo espiritual en la evolución lógico-material del hombre. Y es entonces cuando la presencia de Dios, del Dios de la Biblia, del antiguo y del nuevo testamento para nosotros católico cristianos, se hace absoluta. Dios está en todas partes, en la virtud y el pecado, en toda acción material o espirtual y en todo momento o espacio. Nada escapa a los ojos del altísimo y el acto más nimio es juzgado bajo su prisma. Justifica la existencia del hombre con un premio o castigo de trascendencia eterna y proporciona un decálogo moral que se hace exhaustivo en esta era medieval. Y el hombre, ser imperfecto donde los halla, comete mucho errores en esto del cumplimiento del mandato divino con lo que se somete a un bucle de culpabilidad-arrepentimiento-pecado del que no escapa durante siglos.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Progresivamente y con la irrupción del renacimiento europeo, donde sin perder de vista en demasía esta omnipresencia divina la mirada empieza a tornar hacia el propio hombre, va imponiéndose un racionalismo que va desembocando en una laicización no menos progresiva. La Iglesia sigue teniendo un gran peso pero deja de ser tan abrumador y ha de compartir espacio en ocasiones con el poder político y civil. Esta trayectoria se mantiene hasta la revoluvión francesa en el siglo XVIII y la industrial del siglo XIX que marcan unas coordenadas espirituales profundamente humanísticas y sientan las bases del materialismo que caracterizan nuestros días.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El siglo pasado y el actual además de recoger la evolución anterior, y sobre todo a raíz del crack de Wall Street y las guerras mundiales, viene marcado por el intervencionismo estatal en la vida del ciudadano. La omnipresencia de Dios en el medievo encuentra su equivalente en el estado actual no menos omnipresente. Al igual que en torno al Dios Católico se monta una estructura de agentes e instituciones, espacios abiertos y cerrados más un decálogo moral que marca decididamente la acción humana fijando la preponderancia de Iglesia y Religión sobre todo y sobre todos, el Estado actúa y significa del mismo modo. Nada escapa tampoco a la acción del estado y señala nuestras vidas desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, también se procura agentes e instituciones, se manifiesta externa e internamente y lo que es más sustancial, también impone su decálogo moral. El decálogo moral de Dios es sustituido por el decálogo moral del estado que es ahora el que lo impregna todo. La alternancia política entre derechas e izquierdas, progresismos y conservadurismos matiza si acaso ligeramente el ideario pero apenas si hay variantes y hay un reverenciadísimo nucleo común que respetan todos. Un mismo ideario con una omnipresencia constante en una exhaustividad tan acongojante como lo era para el ser humano mortal de la edad media. El estadismo occidental con sus pilares fundamentados en el materialismo, consumismo y capitalismo imponiendo explícita o implícitamente, subliminalmente si hace falta, todo su credo para hacer el sistema invencible a su era. He querido plasmar este artículo para evidenciar al lector la semejanza de ambos sistemas, el medieval-divino y el actual-materialista y comprobar el empeño del hombre de atar y someter al mismo hombre a un régimen para tenerlo controlado, más específicamente unas élites humanas a las que favorece especialmente este mismo régimen dominando y vigilando a la masa no menos humana. Siglos más tarde, ya en una nueva era, una nueva humanidad, también compuesta por élite y masa, contemplará y criticará el horror capitalista del mismo modo que hoy en día lo hacemos con la barbarie medieval y esos ojos ciegos no verán que el sistema que ellos mismos han creado y consolidado y entienden como una verdad natural e inevitable sufre de las mismas contradicciones, imperfecciones, mentiras e injusticias que acabaron con las eras anteriores, lo que provocará su propio fin en un ciclo interminable consustancial al propio ser humano, que en realidad necesita del control, sea con el sistema que sea, para eludir el caos que acabaría con la especie. El control precediendo al sistema (definido así, "Primero el control, luego el sistema") como organizador y garante fundamental de la existencia humana. </span><br />
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Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-69430342828379817002015-08-05T14:36:00.003-07:002018-02-15T04:01:46.828-08:00Concepto existencia<div style="text-align: justify;">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKsoe___qHJdqy0Z-LsHh0X7yj26DNGuojTKf4Ku4nsrhyydSuwpTsWnH-pMCqrf69uaPt3gAFEX8GFsD2z5IKVdLBGRahRH9MGrHCaRhSXLxos46PcMVb9Bgm8Hdyr18E_WrZzsTULTpg/s1600/persona.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="317" data-original-width="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKsoe___qHJdqy0Z-LsHh0X7yj26DNGuojTKf4Ku4nsrhyydSuwpTsWnH-pMCqrf69uaPt3gAFEX8GFsD2z5IKVdLBGRahRH9MGrHCaRhSXLxos46PcMVb9Bgm8Hdyr18E_WrZzsTULTpg/s1600/persona.jpg" title="concepto existencia" /></a></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Es éste, el concepto existencia, una construcción intelectual ya presente en mi primera novela y queda allí dibujado en sus grandes trazos. Lo recojo para resituarlo brevemente en estas líneas y lo desarrollaré a lo largo de mi obra en la que pueda ser mi gran contribución a la historia del hombre, quién sabe. No recuerdo bien cómo describía entonces el concepto, ni siquiera si lo haré reconocible ahora que lo vuelvo a exponer. Lo que sí sé es que la idea me ha rondado siempre y un buen día decidí ponerla negro sobre blanco con la intención de darle un desarrollo conveniente a lo largo de mi quehacer literario, lo mismo que la reitero y recuerdo ahora en otro pequeño avance que volveré a retomar. </span></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En definitiva y a grosso modo explico el concepto existencia como aquel referido a esta última, la existencia, definida en si misma como sustancia sin accidente. La manera en depurarla, la existencia, despojándola de cualquier elemento extraño a la misma, extrayendo la esencia de un concepto esencial ya de por sí.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Me explico, si se quiere, de una manera más cercana. Contemplamos y analizamos la existencia desde un prisma inequivocamente humano, la vida humana, un lapso de tiempo finito y subjetivamente consciente como caracteres fundamentales pero con otros signos que también la identifican. Escogiendo los comunes a toda la estirpe humana aunque comparta algunos con los seres vivos del planeta tierra: La perpetuación de la especie mediante la interacción de dos sexos física y organicamente distintos entre sí, el ciclo evolutivo-vital desde el alumbramiento celular hasta la cima biólogica que precede a una degeneración también biológica y física culminando con el fin de la existencia consciente que conocemos, los sentimientos que profesan los seres humanos entre sí y con su entorno que condicionan fundamentalmente su desarrollo evolutivo. Seguramente habrá otros signos comunes pero no los considero yo tan esenciales. Pues bien, las preguntas que siempre me he hecho son: ¿Cómo sería la existencia humana sin la acción de estos signos que acabo de exponer?, por ejemplo, ¿Cómo sería nuestra vida si la perpetuación no dependiera del sexo entre 2 géneros de congéneres, si fuera entre 3 o más entidades genéricas, o bien si no requiriera siquiera de una interacción sexual?, ¿Qué sucedería si nuestra existencia no fuera limitada y fuesemos inmortales?, ¿Si no albergasemos nuestros sentimientos característicos?. Por no hablar de cuestiones menores ¿Qué tipo de vida tendríamos si nuestras características morfológicas no fueran las que tenemos, tuvieramos más órganos sensoriales o ubicadas en otros sitios o más y nuevas capacidades relativas a los sentidos?. En fin, la respuesta es clara, la existencia entonces sería muy distinta a la que conocemos. Esto nos sirve para reflexionar y asumir que ese valor absoluto que entendemos que es nuestra propia existencia no es sino uno en realidad enteramente relativa. Sólo entendemos la existencia consciente la referida a nuestro planeta y entorno, pero ¿Qué sucedería si alguna vez comprobasemos que hay vida en otros planetas?, en un universo de millones de galaxias y planetas, de extensión casi inconcebible hasta el científico escéptico más reclacitrante podría negar la posibilidad de otras existencias conscientes. Aceptada entonces la posibilidad de otras vidas inteligentes ¿Cómo serían éstas? . Sin duda cualquiera de estas existencias alternativas (concepción vital asexuada, seres inmortales, percepción asensorial o multisensorial.......) implicaría una distinta relación con el respectivo entorno, una distinta cultura, diferentes desarrollos históricos y evolutivos etc...con lo que se hace palpable que la existencia humana como tal que tomamos como valor absoluto en realidad lo es fundamentalmente relativo. Otras existencias conscientes conllevarían otras culturas, otras relaciones entórnicas y otros desarrollos y lo que es más importante otras escala de valores, principios morales y distintas concepciones del bien y del mal. De tal modo que no nos queda otra que considerar a nuestros propios valores humanos, principios y ética como relativos. Si un día el ser humano contacta e incluso convive con otras modos de vida o logra vencer a la muerte y a la enfermedad topará de bruces con esta realidad y entenderá abrupta y traumáticamente la relatividad esencial de su existencia.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El problema de lo anterior es que se concluya que los valores humanos, su ética y principios por ser relativos no sirven y que hemos vivido una gran mentira civilización y religiones mediantes. En primer lugar y desde un punto de vista pragmático los principios de los que se ha otorgado el hombre le han permitido organizar su existencia y garantizar su supervivencia y en segundo lugar no se trata, como digo, de minimizar las creaciones éticas humanas privándoles de toda entidad sino de encontrar entre todo el acervo de existencias conscientes que algún día llegue a conocerse un núcleo común irrenunciable, un decálogo ético-moral indiscutible que logremos percibir como innegable y aplicable a todas esas existencias. Redefinir por tanto nuestros principios morales y humanos al punto de rescatar sus elementos esenciales para hacerlos los primordiales, simplemente haciendo la comparación básica de saber si nos valdrían también como seres inmortales o en contacto con existencias ultraplanetarias de otras características. Supondrá un ejercicio que devenirá inevitable cuando las circunstancias aludidas (inmortalidad, vida extraterrestre) sean una realidad pero es algo que podemos cimentar ya cuando esas circunstancias son meras hipótesis. Construir desde ahora unos valores, principios, moral, ética y una cultura sobre todos ellos que pudieran servir en las aludidas e hipotéticas circunstancias. Resumo así en la percepción de nuestra propia existencia, cultura y principios humanos como esencialmente relativos y en la síntesis fundamental de los mismos que los haga vigentes en el contexto del advenimiento circunstancial aludido y la nueva era existencial consecuente como el concepto que explica el presente artículo, el concepto existencia.</span><br />
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Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-21510648578868217962015-08-05T14:30:00.000-07:002018-02-15T04:02:27.541-08:00Melancolía gamberra<div style="text-align: justify;">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9YsmoNrQXLNWZyRsxzEFueMeWX85U70TGIZ-NxYWfP_5YiVCy7a2Rt5YDBOT8QjMs-NbSFD3iTx_K4A7PTLruYyFfy6x4lJNorAO_7lk1H-gfVfTvvI-nUf7lzYtm6s_9t97Jq5C59afZ/s1600/49116_1201867895433_full.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="263" data-original-width="483" height="174" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9YsmoNrQXLNWZyRsxzEFueMeWX85U70TGIZ-NxYWfP_5YiVCy7a2Rt5YDBOT8QjMs-NbSFD3iTx_K4A7PTLruYyFfy6x4lJNorAO_7lk1H-gfVfTvvI-nUf7lzYtm6s_9t97Jq5C59afZ/s320/49116_1201867895433_full.jpg" title="melancolía gamberra" width="320" /></a></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Existe un vídeo de un grupo musical al que tengo en mi salón de la fama de gustos personales. Los tengo a los dos, al grupo y a la canción del vídeo, como referentes primordiales de mis aficiones melómanas. Particularmente la canción me produce una fascinación recurrente que provoca que acuda a ella cíclicamente. El vídeo y su estética complementan a la perfección esta insistente preferencia que se diría se acentúa con los años. La canción es, lo diré ya, "Why does it always rain on me?" (¿Porque siempre llueve sobre mí?) del grupo escocés de pop rock "Travis". Pues bien, la canción es maravillosa y el vídeo extraño, en un contexto, el de los vídeos musicales, en el que lo extraño es lo normal. La escenificación es melancólica a más no poder, con una tristeza que fluye natural y nada forzada. Cualquiera que conozca las highlands, tierras altas escocesas donde se desarrollan los avatares del vídeo, sabrá a ciencia cierta de lo que hablo. Esa atmósfera brumosa, perpetua y sin estaciones, cala hasta empapar el ánimo. La pieza musical transcurre en este contexto enlazando escenas pretendidamente consecutivas y sin ningún hilo argumental que a la vez no tienen más sentido que el de ahondar en esta melancolía de la que hablo. Creo que lo que quiero comentar se resume al final del vídeo, en un gesto final absurdo pero paradigmático el cantante del grupo vestido con falda escocesa y camiseta manga corta le toca el culo a otro de los componentes del grupo con su mano derecha lo cual es recibido por éste con total naturalidad. A mí el detalle, desde la primera vez que lo vi me produjo una hilaridad absoluta, hilaridad desconcertante que fue virando mi fascinación inicial hacia el vídeo y la canción casi hasta el hechizo. La nostalgia exquisita que rezuma la obra tornó instantáneamente en una representación surrealista que me provocó una risotada espontánea sólo por el citado guiño final. Entonces pensé que si yo hubiera realizado el vídeo de esta canción habría intentado un efecto parecido y me vino a la cabeza un concepto que creo que siempre ha definido mi vida y la definirá hasta que ya no esté aquí: Melancolía gamberra.</span></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Sí, melancolía gamberra como leit motive, como consecuencia o como causa, me da igual. Me explico, siempre he sido un tipo de tendencias taciturnas, introvertido, tímido e inclinado a una soledad autocomplaciente. Ello ha fundamentado que mis creaciones transpiren inequívocas señales de tristeza, melancolía infinita detras de cada letra que escribo. Y sin embargo, cuando levanto la cabeza del teclado, la hoja escrita o de cualquier autoría artística no puedo dejar de ver el mundo con el surrealismo hilarante del que hablaba en la canción que he descrito. No paro de decir chorradas o de pensarlas lo cual penaliza a mi entorno más de lo que debería soportar. No desentono precisamente en contextos erótico festivos y nadie diría que escribo lo que escribo. Para más inri me gusta mezclar ambos conceptos, el humor cuanto más surrealista mejor y la seriedad más oficial. Imagino al presentador del telediario ofreciendo las noticias entre palabrotas, a mis antiguos y pretigiosos profesores de universidad encorbatados dando sus clases magistrales en tanga de leopardo y untados con grasa de foca. Al final, también me gusta trasladar lo descrito a mi ideario artístico y aunque en general el tono de mi obra es monocorde en el sentido comentado la verdad es que de vez en cuando me permito algunas licencias. </span></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">No obstante, si reivindico la melancolía gamberra no lo hago desde una perspectiva creativa sino como una actitud ante la vida. Tengo dicho que la tristeza es un dolor hermoso y la melancolía casi un placer. Me refiero la tristeza suave, la que queda tras la tormenta o la derivada del mismo hecho de existir o del propio carácter. No quiero ofender a ningún lector con una gran tragedia a sus espaldas al que hablar de hermosura de sus sentimientos pueda resultarle insultante. Pero esa tristeza de baja intensidad es y ha sido siempre la gasolina de grandes producciones artísticas. Dicho esto, un servidor destina estos sentimientos para el ámbito creativo o para su fuero interno e ineludible. Creo que es un deber social procurar una sonrisa a los demás que efectivamente la merezcan, alegrarse mutuamente este paso por la tierra en la mayor medida posible. No se trata de bromear de todo y sobre todo porque hay momentos y situaciones que se deben gestionar de un modo serio y aplicado pero sí en la infinidad de instantes superficiales que caracterizan a la vida social que son casi todos. </span></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Llegados al presente punto a este eterno escribiente le gusta ir un poco más allá todavía, mezclar los conceptos y reunir los conceptos de melancolía y cachondeo en un conjunto con resultados lo más impredecibles posibles. La melancolía me resulta imprescindible para crear y forma parte de mi patrimonio interior pero me cuido mucho de racionarla en su exposición a los demás, con frecuencia la tristura de algunos autores me resulta cursi y cargante, los hay que llegan a parecer meros complacientes de adolescentes con el móvil descolgado en habitaciones pequeñas llenas de desamores pasajeros. Me mareo de lo empalagoso que me parecen estas composiciones al servicio de la industria. Otros directamente me procuran vergüenza ajena. Por contra, siento odioso e insoportable el graciosismo eterno y reiterativo. Los chistosos oficiales a los que por imperativo social toca reirle todas las gracias. Es por todo ello que reitero mis aspiraciones mezcladoras, la guasa atemperando la melancolía interna mitigando también las expresiones con carga de profundidad. El humor absurdo conviene perfecto para fijar la mixtura, el cemento que lo consolida todo. Al final no tengo claro que con todo esto no produzca a los demás lo que algunos de ellos y por los motivos expuestos me producen a mí. Empiezo a sospechar que sí pero al menos soy coherente conmigo mismo y espero suscitar alguna vez el efecto que el palmeo trasero final entre cantante y guitarrista de Travis me produce cada vez que oigo terminar la joya "Why does it always rain on me".</span></div>
Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-80207050577432233732015-08-05T14:26:00.004-07:002018-02-15T04:03:36.783-08:00Trampa machista<div style="text-align: justify;">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggHJ-r0U0ap5z_-viQZB_53ptwJUnTCimM3F6Q6bpnSe31ejj3VZtrcnqEjHaxKav5vk2pGvd4pU_sfq_6v62-4No9Lug-wPCPF7eKn9pSmklQuV9pYAV2HmmHsFCn30HPtR3Y3FiZ4MBq/s1600/Machismo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="230" data-original-width="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggHJ-r0U0ap5z_-viQZB_53ptwJUnTCimM3F6Q6bpnSe31ejj3VZtrcnqEjHaxKav5vk2pGvd4pU_sfq_6v62-4No9Lug-wPCPF7eKn9pSmklQuV9pYAV2HmmHsFCn30HPtR3Y3FiZ4MBq/s1600/Machismo.jpg" title="trampa machista" /></a></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Si analizamos convenientemente la situación de la mujer a través de la historia convendrán conmigo en que nos hallamos ante una de las mayores injusticias de las que ha hecho gala el devenir humano. Con seguridad han existido mayores atrocidades que las ocurridas con la parte femenina del planeta pero han sido más puntuales y no se han reiterado en el tiempo ni en el espacio como ha sucedido con las descendientes de Eva a las que persigue una maldición añadida y bíblica por ser las supuestas causantes de la expulsión del paraíso. De tal modo y por dura que fuera la opresión a pueblos e individuos, la situación siempre era peor para la mujer dada la consideración de inferior y sometible al macho humano. La masculinidad subyugada siempre gozaba de un ejemplar del otro género en quién poder vengar sus males en virtud de los patrones jerárquicos imperantes. Ello era particularmente notorio en las clases bajas quedando para las altas una mejor situación material en términos generales paliado con el castigo de la irrelevancia social a las que por contra se las destinaba.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Lo relatado ha supuesto la moneda con la que la mujer ha pagado su existencia hasta tiempos bien presentes. No podemos considerar sino el siglo XX el momento histórico en el que el género femenino percibe una mejora en sus condiciones vitales de un modo progresivo pero sin alcanzar todos los rincones planetarios ni mucho menos y aún con un margen considerable hasta llegar a la igualdad deseada y los ideales de justicia equitativa que le corresponde. No obstante y ciñéndonos al contexto del primer mundo sí debemos contemplar el estado actual de la cuestión como un avance importante respecto a lo narrado y referido a épocas pretéritas. La igualdad sí es absoluta desde una perspectiva teórica y en cambio relativa desde un punto de vista más realista. En dicho plano teórico la igualdad es abrumadora, a tal punto que sólo se permiten mencionar diferenciaciones si nos circunscribimos al ámbito meramente físico. Y al paso que vamos a los hombres nos creceran los pechos y a ellas pene y testículos para ser políticamente correctos del todo. Una variante de este igualitarismo es la sublimación del elemento más desprotegido hasta ahora en este juego de la baraja, el femenino. Hoy por hoy, sale más barato reirse de ancianos, bajitos, gordos, freakies, nerds y demas fauna diferenciada del concepto normal que rasguñar siquiera el sacrosántico pedestal en el que se ha colocado a la mujer en términos de protección mediática y de opinión pública. El correccionismo político salta como un perro de presa como alguien ose laminar el altar del igualitarismo con la más mínima referencia que pueda tomarse como machista. Como a los patanes de barra de bar se les ocurra trasladar sus comentarios cavernarios a la arena pública échense a temblar porque serán expulsados del olimpo mediático y de la misma sociedad se diría. Y, sin embargo....... nada ha cambiado. Nada, al menos, ha cambiado tanto. La realidad nos ilustra que la situación de la mujer permanece estancada en ese igualitarismo de postal y en esa sobreprotección ficticia que hace pagar a justos por pecadores. Esta prohibidísimo decir caca, culo, pedo, pis en esta materia pero podemos seguir dando al contubernio femenino por el idem. Igualdad de derechos en todo pero la violencia de género se pierde en un mar de estadísticas de muertes al año que no bajan, teléfonos de la esperanza, ordenes de alejamiento que no alejan y muertes anunciadas a las que respondemos del mismo modo que las está haciendo perpetuas. Luego nos llenamos de lazos, días conmemorativos, derechos a VPOs de género (sic) y la sensación de que si fueran los políticos del arco parlamentario los amenazados no habría ni una sóla muerte que lamentar.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La pregunta que convendría plantearnos respecto a lo expuesto es el porqué de este desfase tan acusado, la inmacularidad pública del sector femenino al punto llegado de cierta criminalización de la masculinidad que hace pasar a un hombre sospechoso por el mero hecho de serlo contrasta grotescamente con su realidad cotidiana: La falta de respuesta policial a las amenazas que desembocan en las muertes que jalonan la violencia de género, la evidentísima discriminación salarial a igualdad de puesto y condiciones, los problemas de acceso y continuidad laboral de las mujeres maternables y las trabas en la conciliación de la vida laboral y familiar, el destierro a las que se las somete en los puestos de mando y dirección...etcétera y etcétera.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La respuesta, por contra, no es fácil de determinar. A este servidor escribano le han supuesto lustros de elucubraciones mentales que sólo han topado con la verificación del contraste aludido hasta que mis últimas reflexiones cuasi paranoicas me conducen hasta la teoría que preside el presente artículo:La trampa machista. Se trataría de un plan silencioso, larvado meticulosamente por las élites masculinas que manejan el cotarro y que han evolucionado paralelamente a los avances de la supuesta liberación de la mujer para perpetuar el ancestral estado de las cosas. Punto fundamental del citado plan supondría la concesión de imagen pública para con el otro sexo, la comentada en este artículo sobreprotección opinativa en torno a la mujer. Halagando a la femineidad con una comprensión ficticia de sus problemas de género y una solidaridad tramposa logramos poner al macho alfa a buen recaudo mediático satisfaciendo de este modo algunos instintos vengativos de siglos de injusticia igualitaria. Esto las mantiene distraídas de los que deberían ser sus auténticos objetivos y verdadera amenaza para los jerarcas machos ideadores de la estrategia, supone un precio mínimo en términos de imagen para los que atienden a mejores asuntos, correr un gran telón que impide resolver los problemas más importantes de las mujeres y abordar una igualdad real asaltando los centros de poder en manos de la masculinidad desde tiempos inmemoriales.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Hállase en este último punto la clave, la mujer sólo alcanzará la igualdad efectiva y verdadera cuando tome conciencia de la situación real del problema, del embaucamiento al se la ha sometido para dejar las cosas estar y no remover nada más allá de lo recomendable. Y un vez despertada de este igualitarismo de escaparate acometa por ella misma las medidas pertinentes para lograr esta igualdad verdadera y efectiva. De paso y en el camino nos liberen a algunos hombres buenos prisioneros del desprestigio y caída de imagen de la masculinidad con la que se trata de compensar la falta de voluntad en afrontar la referida igualdad real. </span></div>
Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-17472900156262837292015-08-05T14:25:00.000-07:002018-02-15T04:04:18.999-08:00Objetivos paternidad<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAWpWMCQcHhVr4BM7CpcgG41GiFp8csdEqLeSBgkmprt06HZqRO6SNuxUIWVeLrwHDbSWXwqQ_t8lFOd-BGcYR2luxsgYF4BEbEbhEwJpgUjtzzEXQVL8lJeMitQuGrITteuq2jmBWq_IM/s1600/permisos-paternidad1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" data-original-height="241" data-original-width="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAWpWMCQcHhVr4BM7CpcgG41GiFp8csdEqLeSBgkmprt06HZqRO6SNuxUIWVeLrwHDbSWXwqQ_t8lFOd-BGcYR2luxsgYF4BEbEbhEwJpgUjtzzEXQVL8lJeMitQuGrITteuq2jmBWq_IM/s1600/permisos-paternidad1.jpg" title="objetivos paternidad" /></a></div>
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Y resulta que soy padre. Y resulta que siempre he querido ser padre aunque en ciertos periodos de mi vida distorsioné esta voluntad hasta hacerla irreconocible. Y resulta que lo soy de dos churumbeles vikingos de cinco y tres años que me traen a buen vivir aunque tormentosillo en ocasiones por esas hormonas sin pubertad que se calzan y que son las más explosivas del mercado. Y resulta que, cómo no podía ser menos de un tipo que reflexiona hasta de los derechos existenciales del pimiento verde, que me pregunto qué debo hacer con ellos, cuál es mi responsabilidad y papel en su futuro deambular vital.<br />
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Pues también resulta que, como tampoco podía faltar, no tengo las respuestas. Me limito a unos principios básicos que creo almacenar de partida y al inefable "tirar palante y ya se verá". Y me temo que estos planteamientos son legión en el contubernio paterno incluyendo en el mismo a <a href="mailto:nuestr@s">nuestr@s</a> <a href="mailto:querid@s">querid@s</a> acompañantes de tan ardua tarea.<br />
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Obviamente no pretendo dar lecciones a nadie, aunque quisiera no me lo puedo permitir, sólo hacer partícipe al lector (sea padre/madre o no) de mi experiencia al respecto y de las conclusiones que he ido sacando y que sigo sacando a día de hoy. De tal modo percibo en la era de autos dos corrientes de las que trato de escapar como correcaminos del coyote. La primera es la tendencia se diría atávica de utilizar a nuestros hijos como objeto de realización personal. Useasé, lo que no logré como joven ni adulto ni probablemente logre en lo que reste de vida lo he de conseguir con los frutos de mi descendencia. Completar mi autoestima, adquirirla inclusive, con los méritos de mis vástagos. Yo, que no le hacía un gol al arco iris, soy el progenitor del nuevo Messi. El mismo que con un tortuoso caminar académico es el padre del señor o señorita cum laude. O el insatisfecho y maltratado sujeto laboral que tiene en sus retoños al orgullo de la nación que nos sacará de la crisis o al menos una cuenta con muchos ceros de la que tirar porque yo le puse donde está. Por no hablar de los continuistas de estirpes legendarias que no permiten que nada ni nadie ose quebrar la inmaculada línea familiar. La segunda corriente es el seguidismo de las modas sociales y morales tan al uso en términos de paternidad, si antes la letra con sangre entraba y no sólo en la escuela ahora es la dictadura de los niños a los que la represión traumatiza y con los que hay que dialogarlo todo produciendo una claudicación a los intereses del infante/joven/niñato por falta de fuerzas e imposibilidades coercitivas. Del mismo modo la sobreatención con los hijos es tan exagerada que preveo un futuro con órdenes de alejamiento para con los padres por su cuasiacoso filial, contrasta la moda con la distancia sobre todo masculina y paterna que caracterizaba a la educación en épocas pretéritas. En fín, que sin ser inmune a las corrientes aludidas (no dejo de ser un humano más) sí que las percibo como nocivas y trato de evitarlas o al menos me afecten lo menos posible.<br />
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Dicho lo cual y expuestos los polos de los que huyo expongo ahora el humilde ideario que abrazo, breve y elemental por otra parte. En primer lugar, y no descubro nada, quiero que mis hijos sean felices. Por obvio que parezca, con frecuencia nos topamos con padres que en el fondo buscan su felicidad personal y no la de sus retoños. Lo enlazo con lo relatado sobre carencias de autoestima que se tratan de paliar con hipotéticos logros de los hijos. Y para conseguir esa felicidad filial de la que hablo hay que conocer a nuestros hijos, sus inquietudes profundas, ambiciones sinceras y respetarlas. No se trata de sucumbir a sus caprichos porque ademas de deformadores de la personalidad no son esos caprichos lo que realmente quieren ni les procuran felicidad alguna sino de escucharles para conocer aquello que les hace sentir mejor. Obviamente nuestra experiencia y porqué no decirlo también nuestra ideología y propios principios condicionarán este respeto inicial, ello es humano y no necesariamente malo, pero no podemos permitir que tapen que el objeto de la felicidad de nuestros hijos tienen el sujeto en ellos mismos. Ello es así aunque nos rompan esquemas, planes preconcibidos y parte de nuestro ideario (la parte no básica e infranqueable del mismo). Si no lo respetamos estaremos cayendo en lo referido de buscar nuestra felicidad y no la de ellos. En segundo lugar, pretendo que mis hijos desarrollen toda su potencialidad, que expriman en lo posible las cualidades y capacidades con las que han sido dotados, no tanto que sean los profesionales del año y portadas de triunfadores sino que lo que la divina providencia haya tenido menester otorgarles no se quede en el tintero. Les lleve a donde les lleve. Por supuesto que aspiro a que sea lo más lejos posible (no tanto en términos monetarios como en aportaciones a la sociedad) pero no les torturaré con la explotación de unas capacidades de las que carezcan y que solo me satisfagan a mí. Con que adquieran la mayor cantidad posible de conocimiento (aúténtica herramienta de defensa ante la vida y disfrute de la misma) compatible con un estado de satisfacción personal y unas capacidades dadas me puedo dar por complacido. En tercer lugar es mi deseo producir (entiéndase el término) seres convivientes en sociedad, no comprendo esos padres amantísimos de sus hijos a los que proveen de todo lo habido y por haber que son auténdicas bombas sociales, seres creados contra seres anclados en su burbuja familiar. Quiero que mis hijos sean buenas personas, con principios, sensibilidad y empatía hacia los demás orientados a mejorar la sociedad en la que viven.<br />
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Esto es todo, muy sencillo y a la vez la cuadratura del círculo. Sé que como tipo notablemente imperfecto que soy, cometeré errores y no siempre seré consecuente con la doctrina que predico. Al menos me quede siempre el viejo axioma que aprendí en aquellas viejas clases de derecho natural cuando el manual y el profesor explicaban que lo verdaderamente importante para nuestros hijos, cometamos los errores que cometamos los padres, es que aprecien de corazón que todo lo que hicimos lo hicimos por un amor positivo y profundo hacia ellos.<br />
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Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6102072142071039594.post-44419954906659755402015-08-05T03:48:00.002-07:002018-02-15T04:04:53.499-08:00Nacionalismo sostenible<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ2m9CzG4nPG1V1ijgjq-pIDEusBalBUhxxOG5r7Kat3n6jfivjBlVkuwyyD2Ei2EYZDoCYNTzFO7eD9vx-jsbL5zAf0PLiKnFf1RXfHmOxxYtJzOIsE6u8Hchdog-QXKQzT5EtKT-0tSi/s1600/Catalu%25C3%25B1a+Independiente.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="eternacrisis" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ2m9CzG4nPG1V1ijgjq-pIDEusBalBUhxxOG5r7Kat3n6jfivjBlVkuwyyD2Ei2EYZDoCYNTzFO7eD9vx-jsbL5zAf0PLiKnFf1RXfHmOxxYtJzOIsE6u8Hchdog-QXKQzT5EtKT-0tSi/s320/Catalu%25C3%25B1a+Independiente.png" title="nacionalismo sostenible" /></a></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; text-align: justify;">A vueltas con el desafío catalán, con ambas partes (entiéndase nacionalismos respectivos catalán y español) enfrascadas en una guerra democrática cada vez menos soterrada la hecatombe se cierne sobre nuestras cabezas ibéricas y peninsulares y ya imaginamos un desierto existencial postholocáustico sin vida sobre la faz de la tierra, una tierra española o catalana por cierto, porque eso es lo único que quedará tras el conflicto: Balas de paja arrastradas por el viento, sin asomo de vida alguno pero con una bandera bien plantada, expresando que a falta de vida orgánica todo objeto resultante aunque no respire será nacional.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Estamos ya en el siglo XXI y todo es más civilizado, al menos en occidente donde la segura autodestrucción planetaria derivado de un hipotético enfrentamiento entre potencias ha exportado la violencia propia y ajena a contextos menos favorecidos, pero todos sabemos cómo la han jugado los nacionalismos históricamente, con incontables millones de vidas humanas entregadas a la causa nacional. Si uno lo piensa bien y recapacita los motivos por los que daría la vida, sería la familia y los seres más cercanos los que justificarían tamaña pérdida, sin embargo ninguno de dichos motivos están entre los causantes de tanto asesinato organizado. La religión y la nación constituyen las mayores genocidas de la historia. Digamos que la religión, hablando de un primer mundo que siempre se ha caracterizado por una mayor capacidad en eliminar semejantes, ha perdido preponderancia e influencia en esta funesta carrera pero la causa nacional permanece intacta y sino se ejerce en mayor medida es por la disuasión producida por la imponencia del armamento nuclear y su perspectiva aniquilatoria. No obstante, lo nacional se exhibe en cada rincón y en cada día de las fuerzas armadas. Los muertos quedan para los árabes locos cuando molestan demasiado, una reprimenda en forma de alianza de civilizaciones contra el mal y unos kalashnikov para que terminen de matarse entre ellos azuzando sus fanatismos internos. Es la forma contemporánea de la atrocidad de la causa nacional por lo que se comprenderá que no perdamos el respeto a esta gran depuradora de humanos.</span></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Y sin embargo, el nacionalismo no es malo, o al menos no es forzosamente malo. Supone un vehículo a través del cuál proteger los anteriormente aludidos valores consolidados de familia y seres queridos. La comunidad viene a representar la proyección del ser humano más allá del egoísmo individualista del yo y el ahora que sí significan el auténtico cáncer de nuestros días. De cualquier modo, estoy dispuesto a conceder al lector más crítico, que sí, efectivamente, el nacionalismo es el mayor de los males, una lacra imborrable si se quiere, pero tiene una característica que lo hace ineludible y condenado a convivir con el hombre mientras éste exista: Es inevitable. La forma actual en que se muestra la constituye el estado-nación, concepto creado ya en los albores del renacimiento europeo, que en nuestro siglo mantiene su vigencia pero la realidad es que da igual cómo se llame: Pueblo, imperio, califato, república.....en definitiva comunidad en los que proyectar los anhelos supraindividuales. Este concepto acompaña al hombre desde su concepción homínida y terminará con él. Así que no nos queda otra que domar a la bestia y civilizarla como hemos hecho con tantas cosas y eliminar en la medida de lo posible su potencial devastador tratando de mutar su vertiente negativa en positiva..</span></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Ofrezco mis pautas, elaboradas en incontables años de reflexiones sobre el problema, para convertir el análisis anterior en un objetivo realizable, al menos desde el humilde punto de vista de este servidor escribiente.</span></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En primer lugar, creo imprescindible distensionar el significado mismo de nación o lo que puede significar. El estado de derecho fruto inequívoco de la revolución francesa y que se desarrolla a lo largo del siglo XIX, derivó en un estado social y democrático de derecho a raíz del crack de wall street y las guerras mundiales que con todas sus bondades y desde determinados puntos de vista puede llegar a adquirir tintes un tanto aterradores. Me explico, el aludido estado social y democrático de derecho anclado ya en los preámbulos de todas las constituciones que se precien de democráticas y actuales se caracteriza por un intervencionismo institucional en la vida civil individual que de no ser porque practicamente todos hemos nacido con él y nos parece tan natural como respirar sin mascarilla sería tomado como delirante a los ojos de un buen salvaje. No hay casi ningún aspecto de nuestras existencias que no esté bajo control del poder y las referidas instituciones. Si fuera posible tecnológicamente vigilarían hasta nuestros pensamientos (las redes sociales donde se comparten intimidades con un universo cuasi global a golpe de tecla sería el intento mas similar a ese anhelado control total). Todo ello, eso sí, con todos nuestros derechos garantizadísimos en la norma suprema y en un millón de normas más que podrán ser suprimidos por lo que el poder político vaya deidiendo como bien común. Si a este control sumamos el matiz de nacional se entenderá el peso insoportable que la nación puede suponer para el hombre común. Por ello, propongo aligerar la carga de dicho intervencionismo, al menos de su vertiente nacional. Esto es, que el causante de muertes anticipadas por antonomasia que ha resultado ser la causa nacional no fundamente este aludido intervencionismo y sobrepresencia institucional. De tal modo el estado nación supone la cristalización paradigmática de todo esto. Uno es nacional desde el DNI hasta el último de los formularios y ser de uno u otro país significa consecuencias hasta en la recogida de las basuras. Se comprenderá que el peso de la nación puede aburrir hasta el más recalcitrante patriota, no digamos al que no siente la nación oficial como propia. De ahí que las rebeldías lleguen a ser furibundas y no escasee la sangre de por medio, tanto tiempo sometido a una nación considera impuesta y omnipresente termina resultando una bomba de relojería a punto de explotar. Para evitar esto, aminorarlo o intentarlo al menos sería bueno que desligar la función del concepto estado. El binomio estado nación ligado al haz infinito de funciones que cumplimentan las instituciones en nuestra vida diaria puede derivar en la asfixia de los no nacionales así que se debe procurar que el estado nación no suponga tanto, es decir, que la función que de por sí no tiene porque ser un concepto ligado a la nacionalidad sea ejercida por poderes e instituciones de distintos ámbitos políticos, profundizar, en el fondo, en un modelo que ya impera en nuestros días. Una función, no de las sacrosánticas nacionales como el ejército o la defensa exterior por ejemplo, sino la aludida recogida de basuras se ejercite por poderes locales, la moneda por el poder estatal y la agricultura por el europeo. Es algo que ya se hace pero el avance fundamental lo constituiría que la función fuese independiente al poder político territorial respectivo. Cualquier función (excepción hecha, como digo, de las sacrosánticas que deberían ser las menores posibles) pudiendo ser ejercitada por aquella o esta otra institución política con un criterio regido por la búsqueda y optimización de la eficacia y servicio al ciudadano. De esa manera ser nacional no tendría tanta consecuencia para el individuo ni significaría una carga insoportable para aquel que no compartiera el sentimiento nacional oficial.</span></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Otra dirección hacia la que navegar en esta hoja de ruta distensionadora sería la de compensar de algún modo a la parte de la ciudadanía que no participara de la oficialidad sentimental nacional. Es decir, algún resquicio en el que ver representado dicho sentimiento nacional. Así, la posibilidad de que selecciones deportivas de naciones no reconocidas como estados pudieran participar en competiciones deportivas oficiales internacionales supondría un avance fundamental distensionador de la propia frustración que le supone al ciudadano sin nacionalidad oficial sentimental no poder contar con esta última. La posibilidad de apertura de embajadas en el extranjero y en general cualquier ambito de representatitividad exterior ahondaría en esta línea de actuación.</span></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En segundo lugar, la y de la coordenada se diría para consolidar un nacionalismo sostenible que no provoque guerras, ruidos de sables en los cuarteles ni absolutice existencias ciudadanas sería la de vehiculizar políticamente los anhelos nacionales de un ámbito territorial con pulsiones identitarias mayoritarias de un modo sensato, íntegro e intachablemente democrático. De tal modo, el proceso debería comenzar siempre en un contexto político en el que las fuerzas declaradas nacionalistas gozaran de una representatividad mayoritaria en el parlamento, congreso, asamblea, cámara u órgano de representación principal de su ámbito territorial. Si no existiese esta estructura institucional que pudiera dar inicio al proceso que hablo habría que crearlo dadas unas circunstancias con pulsiones nacionalistas que lo justifiquen. Con tal requisito cumplido, la formación política que ostente el gobierno de la institución territorial fundamental sería la legitimada para principiar un proceso de consulta a su respectiva ciudadanía sobre el modelo territorial que rija sus destinos políticos, acatando en todo caso tanto un resultado de pertenencia a un estado compartido con otros territorios, regiones y/o nacionalidades como la resolución de constituir un estado propio ligado al ámbito territorial de las instituciones que promovieron la consulta. Este proceso se repetiría cada 4 o 5 años, al modo usual de consultas electorales que caracterizan los procesos democráticos occidentales, de forma que fuese tan natural la resolución de una pulsión nacional concreta como la elección de derechas o de izquierdas para la gestión de los problemas de la ciudadanía. En el momento en que alguna de las opciones (estado propio o compartido) superase los dos tercios de representatividad se consolidaría para evitar los costes presupuestarios y de gestión que podría implicar la alternancia consecutiva de las opciones cada 4,5 años para la elección de modo nacional, de forma que las consultas electivas periódicas se ceñirían a la eleción de modelos de gestión (derechas e izquierdas que hemos aludido). Si dicho modelo nacional no se viera refrendado representativamente ( partidos o formaciones políticas que en su decálogo constitutivo se definan como nacionalistas) en el parlamento por al menos una mayoría absoluta se abriría de nuevo el proceso consultivo hasta una ulterior consolidación. Para ello resulta imprescindible que el conjunto institucional goce de la flexibilidad adecuada que permita esta dinámica. Se trata, con el modelo expuesto, de naturalizar estos procesos decisorios nacionales al modo de los procedimientos electorales característicos de las democracias occidentales actuales alejándolo así de ejércitos, intervenciones de salvaguarda nacional, suspensión de competencias y estados de alarma, excepción y sitio.</span></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Por último, para que lo expresado anteriormente pueda cristalizar fomentando el efecto distensionador del que hablo entiendo fundamental que aún reconociendo a la nueva nación resultante no se deje de reconocer el ámbito cultural del que se parte, esto es, en un escenario mundial de interculturalidad admitir sin pudor y casi con orgullo que esta nueva realidad política bebe sus fuentes de otra anterior con la que comparte lazos ineludibles que producirán grandes aportaciones a ambas partes y sin que ello signifique merma alguna de la nueva identidad nacional.</span></div>
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En fín, tómese lo expuesto como mera y mínima aportación al lector de sistemas de solución pacífica de conflictos que suelen tornar incasdencentes sin vocación alguna de violar el sagrado nacional imperante ni movilizar uniformes ni artículos octavos que otrora darían con mis omoplatos en la carcel. </span><br />
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Jon Ugutz Zubizarretahttp://www.blogger.com/profile/17630541561179594575noreply@blogger.com0